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Mi Kabbala – Nisán 28, 5785 – Sábado 26 de abril del 2025

¿Carne?

El Texto de Textos nos revela en Ezequiel 36:26, “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne”.

Quienes consideran que existen grandes diferencias entre el Nuevo Testamento y el Antiguo Testamento obvian que por ejemplo Mateo (Shem Tob, -שם טוב), Marcos, Lucas y Juan al dar testimonio de la vida de nuestro Señor Jesucristo y de sus enseñanzas, están corroborando a los profetas y que por ende todos los libros bíblicos contienen revelaciones de Él, reconfirmando su labor al humanarse en pro salvarnos, lo cual además de fortalecer nuestra Fe, orienta nuestras búsquedas espirituales frente a dichas bellas y buenas noticias que en todo el texto sagrado de su redención se expresan.

La palabra evangelio proviene del latín evangelĭum, y este del griego εὐαγγέλιον, euangelion, lo que nos indica que no existen mejores noticias (בְּשׂוֹרָה, besorah) que estas que recibimos a diario de su propia Palabra, la misma que por ser eterna nos sirve para todos los tiempos, de allí que aunque parece nos enfocamos en la historia de Su nacimiento, ministerio y muerte como Mesías, lo cierto es que la mejor noticia es que su resurrección es la nuestra, lo que nos genera una plena esperanza para el final de nuestra propia historia personal, llenando esta además de amor.

Tal como lo evangelistas nos alimentamos a diario de todos los versículos Bíblicos entendiendo que cada uno de ellos está profundamente concatenado como la guía del Espíritu Santo para guiarnos, lo que significa que toda la Biblia está llena de esas buenas noticias de esperanza en donde Él como nuestro Mesías nos redime de nuestro Pecado original. La palabra hebrea (בְּשׂוֹרָה, besorá) nos denota qué nuestras búsquedas diarias nos deben llevar a adueñarnos de esas buenas noticias, ya que estas son verdaderamente trascendentales en nuestro camino de salvación siendo el Mesías motivo de entusiasmo para nosotros como pueblo que pretende volver a la nueva Tierra de Israel.   

La palabra besorá proviene de la raíz (בשר, BSR) que significa carne o exterior lo que significa que esta revelación gozosa del cuerpo y de la carne de nuestro Señor Jesucristo es nuestro diario alimento y por ende el nutriente espiritual que necesitamos para crecer y así poder superar la fuerza egocéntrica del pecado que nos aleja de nuestro estado original, se trata de reencontrarnos con nuestro Padre amado y poder retomar nuestro estadio original, lo que significa a la vez obviar esas otras noticias mundanas para asumir que Él se hizo hombre para rescatarnos y así alejarnos de esas tristezas y desgaste que significa nuestro pecado, ese que afecta nuestra carne y diarias vivencias.

Juan el bautista (יוחנן‎ Yôḥānān) quien nos anunció en el desierto, del Mesías, nos reitera a cada instante que es tiempo de entender que Él es el núcleo de nuestra felicidad interior y que por lo tanto, aunque en este mundo nos llenemos de todo tipo de noticias, hay una sola que nos debe ilusionar y es la que tiene que ver con nuestra salvación, esa que nos otorgó Él y para la cual solo necesitamos de nuestra Fe, la misma que debe nutrir a diario nuestras vidas, permitiéndonos amarnos como próximos, mientras pasamos la prueba de carne de este mundo de la cual nos libra solo la sangre de Él como cordero.

El Texto de Textos nos revela en II de Corintios 10:3, “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne”.

Oremos para asimilar de corazón la buena noticia diaria de nuestra salvación.

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