Mi Kabbala Shevat 10, 5783/Martes 31 de Enero del 2023.

¿Literalidad? 

El Texto de Textos nos revela en Éxodo 34:5, “Y el Creador descendió en la nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre del Creador”.

La Gematría nos habla de letras, números, puntos, planos y sumas para con su compleja simbología proyectarnos a un mundo seudo material con sus dimensiones en donde nos enfrentamos a otra realidad, fruto de combinar esas visiones con las letras originales del tetragramatron YHVH de las cuales se derivan las 22 letras y los diez puntos que constituyen las formas básicas con las que se cree se consolidó nuestra realidad, la cual solo cumple un pequeño rol dentro de las diversas posibilidades de vida que tenemos en esta Creación plagada de movimiento gracias a sus contracciones y expansiones.

Cada palabra parida desde el alfabeto original Hebreo, se proyecta como una luz que irradia nuestro pequeño universo partiendo para ello de la unión y combinación del nombre HaVaYaH, yód י, he ה, waw ו y he ה‏, para a partir de allí recrearnos en Su obra y relacionarnos fruto de nuestras diversas formas de lenguaje y sus combinaciones. Desde esa lógica al expresar términos como Lev, corazón, no solo estamos haciendo referencia a un órgano del cuerpo sino a la misma vida, ya que dichos puntos y líneas al estructurarse se convierten en un sistema audiovisual que se transforma en imágenes que moldea nuestras percepciones y mentes fomentando un imaginario: una realidad. 

Quienes estudian estos treinta y dos canales semióticos con que cuenta nuestro corazón, nos llaman a comprender que cada signo lingüístico que se une linealmente nos proyecta unas formas e imágenes, que denominamos un lenguaje, que con sus letras, denominaciones y simbología constituyen una realidad, en la cual cada partícula o molécula es un punto de luz que con sus movimientos lineales dentro de nuestro plano o dimensión mental nos proyecta apartes de una Creación que fruto de nuestras abstracciones y limitaciones no logramos explicar del todo, pero que se recrea a través de nuestros sentidos para acercarnos conscientemente integrándonos a través del lenguaje Divino al Creador.


Cada uno de esos destellos semióticos destila esa Luz como reflejo de la Palabra original, la que vamos reconociendo lentamente como fuente de vida y por ende referencia e influencia para nuestras interacciones e interrelaciones, siendo para ello necesario que el Espíritu Santo y Su Halito de Vida, tome nuestro recipiente corporal y vaya quitando el velo mental que nos genera la oscuridad del pecado y que hoy cubre nuestra alma, por lo cual no logramos percibir ese todo, requiriendo de una especie de puente o transformador para que así esa Luz nos guie hacia el integrarnos con Él a través de esta Su obra. 

Nuestro diario trabajo requiere para retornar a su lado que nuestras palabras sean de bendición y que lentamente ese lenguaje logre hacernos consciente de nuestras inconciencias, iluminando nuestras coexistencias para que al acercarnos a Él nos alejemos de nuestros pecados y con esos nuevos conocimientos evitemos el distraernos en lo artificial, concentrándonos en las manifestaciones del Creador, las cuales nos llevan a tener una mayor interacción con Él siendo para ello la oración un insumo fundamental. 

El Texto de Textos nos revela en Apocalipsis 13:8, “y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. Si alguno tiene oído, oiga”.

Oremos para que aprendamos a percibir otras dimensiones de vida.

Mi Kabbala Shevat 10, 5783/Martes 31 de Enero del 2023.
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