
Mi Kabbala – Shevat 2, 5785 – Viernes 31 de enero del 2025.
¿Pastoreados?
El Texto de Textos nos revela en Génesis 3:21, “Y Jehová el Creador hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió”.
Cuando Adán y Eva pecaron en el jardín del Edén, el Creador les dio pieles para cubrirse תחופו, Tejup, matando a un animal para ello, analogía que significa que el pecado genera muerte y que se necesita de ese sacrificio para cubrirle, así que ese cordero nos redime, gracias al derramamiento de Su sangre, acto que implica que para que no se necesite de más sacrificios de terceros en pro de cubrir nuestro pecado fuese indispensable que nuestro Señor Jesucristo se sacrificara y humanara para salvarnos derramando su sangre en la cruz cual cordero inmolado.
Misericordia que hace que un ser inocente derrame su sangre, דָּם, dam, en lugar de la del pecador pero que necesita además de un acto de fe en donde nos acojamos obedientemente a la voluntad divina entregándole nuestro cuerpo temporal y que como corderos puros seamos guiados es este nuestro proceso de crecimiento terrenal y así logremos ir comprendiendo el verdadero sacrificio que Él mismo hizo para rescatarnos, razón de peso para que en oración diaria nos dejemos pastorear por quien entendiendo nuestra condición se hizo a nuestra imagen para vencer la muerte.
Seguirnos vistiendo con la piel de esos corderos esquilándoles solo nos recuerda de la vergüenza de nuestra desnudez espiritual la cual nos hizo identificamos con esos frutos de nuestro pecado los cuales nos impiden escuchar plenamente la voz de nuestro pastor, siendo necesario que como creyentes nos propongamos seguirle sirviendo a Su obra para lo cual debemos colocar como sacrificio y ofrendas, Korbán קָרְבָּן, ese amor que depositado por Él en nosotros debemos irradiar en todos los entornos en los cuales coexistimos.
Nuestro Buen Pastor requiere simplemente que nos vinculemos entre nosotros como su rebaño, צְאוין, tseón, sabiéndonos parte de Su redil, confiando plenamente que es Él quien nos protege y nos garantiza el estar a salvos, de allí que la única entrada para estar cerca de esa nuestra morada es su Luz de lo contrario esa abertura estrecha que nos lleva simplemente hacia la muerte se cerrará, afortunadamente contamos con el Santo Espíritu para que haga de nuestro cuerpo ese espacio de integración en donde aún siendo tocados por Él pecado este no logra sus efectos letales en nosotros.
La palabra hebrea pastor, ro’eh רֹעֵה, a su vez se conecta con el concepto de re’ah רֵעַ o compañerismo, como una forma de reafirmarnos que es Él quien protege su rebaño con devoción, siendo necesario que nosotros como esos líderes bíblicos: Abram, David o Moisés, pastoreemos nuestra familia guiados todos por la voz y Palabra de nuestro buen Pastor, sabiéndonos Sus ovejas, con posibilidades de volvernos a descarriar, así que necesitamos el ser obedientes a esa Voluntad siendo buenos compañeros, hermanos, Sus hijos, ahora revestidos de Su amor.
El Texto de Textos nos revela Hebreos 10:4, “porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados. 5 Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo. 6 Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. 7 Entonces dije: He aquí que vengo, oh Señor, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro está escrito de mí”.
Oremos para ser guiados a cada instante por nuestro buen Pastor: Jesucristo.