
Mi Kabbala – Shevat 6, 5785 – Martes 4 de febrero de 2025.
¿Acuerdos?
El Texto de Textos nos revela en Génesis 18:22, “Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sodoma; pero Abraham estaba aún delante del Creador”.
Existen diversos acuerdos que debemos tener en cuenta para nuestro crecimiento integral como seres humanos, pactos, que implican que nuestros ojos, nuestra lengua, nuestro corazón, nuestra piel y todo nuestro ser se mantenga en esa voluntaria orientación divina para que así el mismo esa fuerza Superior con su fluir nos aporte los insumos en el logro de dicha meta final: nuestra redención, por ende, todos nuestros acuerdos deben cumplir con ese propósito de traernos a dicha meta, (matará, מַטָּרָה) predestinación que nos llama a ceder nuestra voluntad y dejarnos guiar por Su Santo Espíritu.
Todas nuestras búsquedas nos llaman a integrarnos a Él a través de esta Su obra y aunque algunas de sus revelaciones las visionamos como confusas por enfocarnos en ese deseo unificador, distrayéndonos en otra serie de perspectivas ilusorias que calificamos como necesidades las cuales solo nos generan insatisfacciones. Probablemente por ello acuerdos como la circuncisión o pacto de piel fundamentales para los Judíos, nos reiteran a los creyentes que Bejiná Dálet o cuarta fase, implica que nos retiremos del polvo del cual fuimos tomados y nos ubiquemos en Maljut, uno de los treinta y dos senderos, blanqueando nuestros pecados con esa Sefirot, que como Aviut, (סְמִיכוּת, smijut) espesor, nos brindan las cualidades de Din, para vivir acorde a sus preceptos.
Son concetos que nos lleva a comprender mejor sus propósitos, para lo cual debemos ajustar nuestro lenguaje confuso dentro de este mundo Olam, en donde nuestra Néfesh,נפש, alma, se encuentra siendo parte de este proceso terrenal transitando por sus tiempo, Shaná, no para sumar años, sino para cumplir con ese plan que contiene acuerdos voluntarios, que como pactos nos permitirán alcanzar ese objetivo trascendente de integración con nuestro Padre Celestial, es por ello que uno de ellos, el de la circuncisión, nos habla de procrear, de engendrar, de lograr ese estado de totalidad que nos purifica para así emerger hacia Su encuentro.
Este dimensión material, Olam, de la acción, no es nuestro único mundo, simplemente hace parte de dicho proceso para nuestro crecimiento integral en donde también podemos tomar la decisión de no hacerlo, destrucción como en el caso de Sodoma y de Gomorra que nos recuerda como a Lot que es el camino de la santidad el que debemos escoger ya que al cohabitar esta tierra Bejiná Dálet(בג’ינה המשך)que no es bendita, prolifera el pecado, nuestra desobediencia, siendo necesario que necesitamos de su guía o de lo contrario como algunos ángeles también podemos perdernos producto de esas desinformaciones.
Nuestra misión como la de dichos mensajeros es la de acercarnos más y más al Creador haciendo parte integral de Su obra evitando que nuestro ego o yo nos separe de Él, ya que somo parte de Él como de este un mundo su obra siendo necesario el purificarnos para así trascender, separación o santidad, qaddosh (קדוש) que nos reitera que somos extranjeros en este territorio pero nuestra trinidad, nos llama a vivenciar en esta dimensión egoísta aprendiendo así del vínculo del amor.
El Texto de Textos nos revela en Lucas 24:34, “Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón. 35 Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo le habían reconocido al partir el pan”.
Oremos para poder respetar nuestros acuerdos con el Creador siendo guiados por Él.