Mi Kabbala – Tamuz 13, 5783/Lunes 3 de julio del 2023.

¿Hablar?

El Texto de Textos nos revela en Génesis 2:20, “Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él”.

Fuimos creados por la Palabra del Creador lo que significa que cada letra, consonante, termino como signo nos reproduce un significado incluso un valor en nuestra imaginación la misma que regularmente mal usamos, lo que nos invita a darle a nuestro lenguaje el verdadero poder que tiene hasta otorgarle esa importancia suprema con su debido alcance para guiar nuestros pensamientos y vidas a través de esas expresiones de las cuales se derivan las posibilidades de recrearnos en toda la obra creadora de nuestro Padre Celestial.

La Biblia es clara al advertirnos que el Creador dijo y formó todo en lo que nos reconocemos, por lo que cada letra contiene como por ejemplo la Peפoף, décima séptima del alfabeto fenicio y hebreo, esa fuerza divina que materializa nuestras vivencias por lo cual Pecomo signo se adhiere al concepto de Verbo para reflejarnos el cómo desde el silencio se nos forjo, lo que nos invita más que hablar a callar, quizá por ello el ojo ve y la boca expresa, lo cual nos llama a que a través de dicha sensibilidad perceptiva asociemos esa Ayin, ojo, con los demás órganos físicos de los sentidos y vislumbremos la posibilidad de recrearnos en esas imágenes para llenar nuestro vacío al nutrirnos de esa palabra creadora. 

Ante la confusión de nuestras lenguas el castellano tomo la pe como P o F obviando estos significados, más esa misma boca aunque pronuncia dicho signo obvia incluso que Pi, Ππ, en griego como número infinito, refuerza todas estas visiones que hacen que dicha P para la gematría con su equivalente cirílico y sus valores numéricos 80, פ, o 88, ף, nos indique con sus correspondencias sin importar el idioma que dicho símbolo nos llama a una apertura, la cual nos proyecta el sabernos parte integral de un todo, de la Creación en donde nos veamos como hijos del Creador rescatados por nuestro redentor y Señor Jesucristo. 

Todas las palabras nos comunican e integran y al sumarse sus silencios nos revelan esos misterios o secretos en donde simplemente deberíamos reconocernos como partes de una Creación que se comunica con nosotros a través de ese todo así no logremos explicar con nuestro lenguaje ello, más en nuestra boca reposa ese aliento de vida que nos anima y además alimenta, indicándonos a través de todos esos intercambios que estamos en É y Él en nosotros y que a cada instante nos reencontramos en esa su narración gracias a esa puerta estrecha de nuestra boca que nos da el acceso incluso a exteriorizarnos.

No es gratuito entonces que la boca deba mantenerse mojada para intentar de alguna forma purificar y refrenar una lengua indómita que encuentra en los dientes otra barrera, siendo ella el instrumento que aunque reproduce palabras, debe ser controlada si es que comprendemos su poder: a imagen y semejanza del Creador, del Verbo divino. Palabra creadora y liberadora que nos ingresa igualmente al mundo de las formas concretas que disfrazadas de imágenes audibles que reflejan una realidad que a su vez contiene el ideal de belleza y de esperanza divina siendo necesario para ello esa su influencia moral.

El Texto de Textos nos revela en Santiago 3:2, “todos fallamos mucho. Si alguien nunca falla en lo que dice, es una persona perfecta, capaz también de controlar todo su cuerpo”.

Oremos para que nuestras palabras recreen los mensajes del Creador en nuestros entornos.

Mi Kabbala – Tamuz 13, 5783/Lunes 3 de julio del 2023.
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