Mi kabbala – Tamuz 14, 5783/Martes 4 de julio del 2023.

 ¿Códigos? 

El Texto de Textos nos revela en Cantares 8:6, “grábame como un sello sobre tu corazón; llévame como una marca sobre tu brazo.Fuerte es el amor, como la muerte, y tenaz la pasión, como el sepulcro. Como llama divina es el fuego ardiente del amor”.

Somos fruto del agua de vida que al contaminarse del pecado se hizo sangre, más ese código genético o ADN contiene esa información divina que alimenta nuestras moléculas y células trasmitiendo esa decodificación específica para que a través de esos intercambios todo funcione coherentemente retroalimentándonos así inconscientemente del Creador al cual debemos integrarnos conscientemente, lógica espiritual que nos lleva a atender esos mandatos de la Palabra del Creador que están allí inscritos en cada partícula de nuestro ser para que no perdamos el rumbo.  

Todo nos llama a ello incluso se cree que existe un pequeño hueso en el cuello, en el extremo superior de la espina dorsal, que tiene la forma de una nuez, el cual sobresale en nuestra espalda, que en hebreo original recibe el nombre de Luz, parte integral de nosotros con la divinidad que no requiere de ningún sustento de aquellos alimentos que a diario ingerimos ya que el mismo aliento de vida lo sustenta nutriéndose por ende de la Palabra del Creador para lo cual necesitamos ojala en el Shabat o Havdalá llenarnos de Él. 

Se cree además que dicho hueso nunca se deteriora, por lo que el Midrash relata que, todas las personas van a ser resucitadas y reconstruidas a partir de ese hueso, llamado también el de la resurrección ya que este es indestructible. Y es tal la resistencia de este hueso que se argumenta que puede ponerse entre dos piedras de molino, y molerlo todo el día y no se desgasta ni siquiera un poco. Incluso a quienes creman su cuerpo, este no se les quema, por lo que hay quienes le llaman el hueso de hierro. 

Pero más allá de las visiones al respecto de este hueso, está claro que nuestro ADN contiene toda la información no solo física, mental e histórica de nuestra especie, sino la espiritual divina, lo que nos denota que hay un diseño original, sin embargo y obviando todas las creencias al respecto no reconocemos que somos eternos y menos que se hace preciso asimilar nuestra salvación y el milagro de la resurrección para dejar de sabernos parte del polvo de la tierra y comprender que provenimos gracias a esta información de otras estructuras que incluso le dan vida a lo que sin ella no podría existir. 


Por ello se asegura que estamos inscritos en el libro de la vida, siendo este eslabón el que nos permite comprender que el Creador no solo nos formó de su Palabra sino que inscribió esta tanto en el ADN como en nuestros huesos y en cada molécula de nuestro ser, entendiendo que no la leeríamos, ni creeríamos en la Biblia y necesitaríamos de otros espacios para comprender que resucitaremos y Él nos dará un nuevo cuerpo, semejante al original, incluso que ese cuerpo que descompondrá en la tumba será reconstruido para que tengamos uno nuevo del cual habla ese microchip genético que conserva toda nuestra información como seres de Luz. 

El Texto de Textos nos revela en Hebreos 9:27, “y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, 28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan”.

Oremos por la esperanza que tenemos grabada en nuestro propio ser. 

Mi kabbala – Tamuz 14, 5783/Martes 4 de julio del 2023.
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