Mi Kabbala – Tamuz 15, 5783/Miércoles 5 de julio del 2023.

¿Confiar? 

El Texto de Textos nos revela en II de Crónicas 20:22, “Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros”.

Confiar es una de las peticiones más importantes que nos hace el Creador, máxime en momentos en donde la duda nos domina y la realidad terrenal choca contra nuestras expectativas, probablemente por ello la fe judía, Emunah  אמונהes la confianza o certeza en Él convirtiéndose en uno de los pilares fundamentales de nuestra sobrevivencia como creyentes, de allí la importancia de comenzar a reconocer que el Creador está presente en todo momento y por ende en cada molécula de nuestro ser ya que su Haz de Luz o chispa divina ilumina e irradia no solo nuestros alrededores sino nuestros seres. 

Confiar en esa Luz implica comprender que debemos levantarnos de nuevo, sabiendo cuando no alcanzamos el objetivo y nos percibimos derrotados, que Él tiene unos propósitos y guía nuestro destino. Desde esa perspectiva el rey Josafat nos da una hermosa enseñanza cuando se encontraba enfrentando uno de los ejércitos más feroces y eligió asumir una actitud de confianza aparentemente suicida: enviar a los cantantes levitas a la batalla por delante de sus guerreros. Estrategia que funcionó más que las recomendaciones de asesores de guerra y que nos sirve a nosotros a la hora de enfrentar conflictos. 

Alabar, cantar, adorar y confiar plenamente no solo confundirá a nuestros enemigos y estos podrán terminan atacándose a sí mismos, hasta acabar con el peligro inminente sino que nos ayuda a confiar que Él como creador de todo esta ahí y como nos lo reitera en cientos de salmos anhela que de nuestros labios solo broten palabras de amor, alabanza, gratitud y adoración. Desde esa mirada estamos llamados a comprender que nuestra fortaleza se encuentra en la oración y la alabanza, por ello es que la palabra עֹז, ʽOz, que se traduce como fortaleza, tiene una connotación especial que supera el concepto tradicional de fuerza o valor para llevarnos al escenario de la alabanza. 

Él es nuestra fortaleza y por ende cada una de nuestras palabras debe captar esa esencia que nos lleve incluso como el rey David a cantar Salmos permanentemente en señal de gratitud, de alabanza. Desafortunadamente en esos momentos en que se nos pide que alabemos regularmente hacemos todo lo contrario y dudamos, tanto, que en algunas ocasiones hasta pareciera que no creemos en ese Creador del que tanto profesamos y lo peor del caso, es que nos dejamos dominar por el miedo que nos aleja aún más de ese ser y de esa oración que es el único requisito para apoyarnos. 

Actuar con fe, confiando, nos lleva siempre al escenario de la oración esa que reconoce la deidad de Él y por lo tanto le agradece incluso por aquello que no coincide con nuestras expectativas, para luego si reconociéndonos como pecadores, rogarle no tanto porque cambie las circunstancias que nos asfixian, como sí que nos ayude a tener fortaleza para superar esa prueba que simplemente debe cumplir con el requisito de acercarnos más a Él, para lo cual Su Santo Espíritu se convierte en una especie de puente que nos interconecta con nuestro ser interior para que ya los deseos egocéntricos no nos dominen, sino su amor.

El Texto de Textos nos revela en I de Juan 5:14, “Esta es la confianza que tenemos al acercarnos al Creador: que, si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye”.

Oremos, alabemos, agradezcamos y confiemos en que Él nos guía. 

Mi Kabbala – Tamuz 15, 5783/Miércoles 5 de julio del 2023.
Scroll hacia arriba