¿Ser?
El Texto de Textos nos revela en Oseas 5:15, “andaré y volveré a mi lugar, hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro. En su angustia me buscarán”.
Una de las preguntas más reflexionadas en los últimos siglos tiene que ver con el concepto de ser o no ser, como cuestionamiento esencial de la experiencia humana. Reflexión que nace quizá de las tensiones que se producen a diario y que enfrentan a nuestra voluntad en ocasiones con un mundo que nos ofrece una compleja realidad, que no solo no concuerda con nuestras expectativas, sino que nos incita a preferir en ocasiones la muerte frente a unas vivencias que no nos ofrecen las mejores opciones a la hora de reconsiderar todo el panorama existencial. Nefesh נֶפֶשׁ־
Quienes profundizan aún más en estos cuestionamientos hablan del tzimtzum o reinó de la perfección absoluta, en donde ya no tendremos estas disyuntivas, pero al que solo podemos acceder una vez superemos los aprendizajes y limitaciones que nos ofrece el tránsito por este mundo y nuestra mente humana. Entornos en donde el bien y el mal nos llevan a escoger un sendero regularmente imperfecto pero que nos va guiando si así lo permitimos de dicha oscuridad a la Luz.
Dicho ocultamiento finito como lo llaman algunos estudiosos nos lleva de la no-existencia al infinito en donde nuestra verdadera existencia cobrara otro sentido, sin embargo por ahora solo percibimos algunos destellos de dicha dimensión que incluso reconocemos como vacía. Y como todo tiene una razón de ser desde dicha limitada estructura es que se consolida esa existencia eterna que con su continuo movimiento nos quiere llenar del Creador uniendo para ellos todos los fragmentos que nos componen.
Desde esta lectura los eruditos dicen que ese vacío en realidad, no lo es y que todo está lleno así no le percibamos, siendo necesario que entendamos que debemos complementarnos con aquello que sin entender como parte de nuestra existencia y que confundimos con ilusiones y elucubraciones nos invita a integrarnos a esa luz que llega a nuestros recipientes corporales no solo para llenar nuestros vacíos existenciales sino para darle una razón de ser a nuestras coexistencias.
Se trata en todo caso de entender que en esencia estamos llamados a llenar todos nuestros vacíos existenciales con la Luz de la Palabra del Creador logrando que esta cope nuestra insatisfacciones ilusorias y le de un nuevo sentido a nuestras vidas, que gracias al amor del Creador, encontrará otro tipo de accionar, uno que nos permita fluir como seres que armónicamente coexisten.
El Texto de Textos nos revela en Romanos 11:36, “porque de El, por El y para El son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre”.Oremos para que todos nuestros vacíos sean llenados con la Luz del Creador.
Oremos para que todos nuestros vacíos sean llenados con la Luz del Creador.