Mi kabbala – Tamuz 6 – viernes 12 de julio del 2024.
¿Mensajeros?
El Texto de Textos nos revela en Daniel 8:15, “Y sucedió que después que yo, Daniel, había visto la visión, y trataba de comprenderla, he aquí, vi de pie, ante mí, uno con apariencia de hombre. Y oí una voz de hombre entre las márgenes del Ulai, que gritaba y decía: Gabriel, explícale a éste la visión”.
Todo nos comunica, nos informa, lehaguid, לְהַגִּיד, nos integra con esa decodificación de la Palabra creadora, sin embargo, parece que nosotros los seres humanos no queremos comprender ello y por el contrario, en vez de sabernos parte de, buscamos el alejarnos más de Él ubicándonos incluso aparte de todos y del todo. Quizá por ello y ante nuestra negativa a escucharle y a atenderle a través de su Palabra inscrita en la misma naturaleza, Él ha tenido que buscar todo tipo de mensajeros y de expresiones en pro que tengamos la oportunidad misericordiosa de cambiar de rumbo.
Siendo una de las formas más comunes para describir la labor que cumplen algunos Ángeles en nuestro plano terrenal es la de mensajeros, lo que hace que algunos creyentes esperen de ellos códigos especiales y milagros extraordinarios al invocarles, sin entender que ellos simplemente cumplen esa misión específica, siendo por ejemplo Miguel, Mi, מי más, Ka-El, כאל, el que nos habla de ¿Quién es como el Creador? o Gabriel, Gavar, גבר, más El אל, del “Creador es poderoso” y para la tradición apócrifa Uriel ,Uri, ארי, más El, אל de la “Luz del Creador”, mientras Rafael, Refa, רפא, más El, אל, “El Creador sana”.
Lo que se traduce en que solo a Él debemos honrar y buscar, ya que el rol de estos seres de Luz como mensajeros, es ayudarnos a que atendamos Su Palabra, sus buenas nuevas, siendo entonces los serafines con sus roles similares, los que proclaman la gloria del Creador y aunque hay quienes aseguran que lo hacen con sus voces estruendosas, reiterando el Santo, Santo, Santo, se sospecha que todos custodian el trono de Él en el Sanctasanctórum para lo cual utilizan fuego, conclusión a la que se llega por el concepto de serafín, שְּׂרָפִים, de la raíz SRF, שרפ, quemar, que indica para quienes así lo quieren entender, siendo sus alas las que usan para detener a los intrusos al quemarlos.
Visión que no todo el mundo comparte ciertamente, pero que sí nos lleva a buscar nuevos significados en la misma Biblia, en donde cada nombre, lugar y circunstancia nos ofrece otra perspectiva, para lo cual, Benjamín, בנימין, como descendiente de Jacob, varón de dolores nos describe a nuestro Señor Jesucristo, quien el mismo profeta presenta como aquel que resucitará de entre los muertos sentándose luego a la derecha del trono, analogía que nos invita a escudriñar más las escrituras para que entendamos esos mensajes y a la vez reconozcamos a sus mensajeros que solo claman para que le alabemos solo a Él.
Nosotros los humanos no queremos entender y atender su legado, sus preceptos, sus mandatos, sus llamados y por el contrario como hijos pródigos pecadores solo queremos repartirnos la herencia terrenal. Obviando que en Su Plan estamos llamados a aceptar Su voluntad y a seguir Su ejemplo asumiendo todos los mensajes, מסר, méser, entregados gracias a mensajeros que históricamente ha usado tras esos fines. Bajo esa perspectiva no es coherente que sigamos anhelando milagros o momentos especiales en donde podamos reconocer lo que la Biblia a través de cada letra nos comunica.
El Texto de Textos nos revela en Lucas 1:11, “Y se le apareció un ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso”.
Oremos para atender sus mensajes sin ocuparnos tanto del mensajero.