Mi Parashá – Génesis 5:21

Enoc “caminó con el Creador” y fue llevado al cielo sin experimentar la muerte, lo que sugiere un nivel de espiritualidad y pureza extremadamente elevado. Además, el hecho de que Enoc viviera sesenta y cinco años antes de engendrar a Matusalén (מְתוּשֶׁלַח, Metushelach) indica un período de preparación espiritual en el que alcanzó la madurez necesaria para continuar su linaje.

En la gematría, el número 65 es de gran importancia, no solo por su conexión con “אֲדֹנָי” (Adonai), sino también porque simboliza una vida vivida bajo la guía y protección divina. El hecho de que Enoc engendrara a Matusalén a esta edad refuerza la idea de que estaba espiritualmente preparado y autorizado para continuar su linaje, asegurando que sus descendientes también estuvieran alineados con los principios divinos.

El constante llamado de estos versículos es a la preparación espiritual antes de asumir grandes responsabilidades, como engendrar y guiar a la siguiente generación. Al igual que Enoc, quien vivió sesenta y cinco años antes de engendrar a Matusalén, debemos buscar nuestra madurez espiritual mediante la conexión con lo divino.