Mi Parashá – Génesis 5:33

Noé (נֹחַ, Noaj) es una figura de gran importancia, y su longevidad es un reflejo de su papel crucial en la preservación de la humanidad y la renovación del mundo después del diluvio. El número 900, que representa la cantidad de años que vivió Noé, está asociado con la plenitud y la culminación de un ciclo importante en la historia espiritual de la humanidad.

El número 900 puede estar vinculado con la idea de una transición total y la finalización de un gran proyecto divino. En este contexto, Noé no solo vivió una larga vida, sino que completó una misión fundamental: salvar a la humanidad y a las criaturas del diluvio, asegurando la continuidad de la vida en la Tierra.

En la gematría, el número 900 es significativo, ya que se relaciona con el concepto de plenitud y perfección en el sentido más amplio. El número 900 es un múltiplo de 9, y el 9 está relacionado con la verdad, la culminación y la universalidad. Por lo tanto, vivir 900 años simboliza una vida completa, marcada por el cumplimiento del propósito divino.

El nombre “נֹחַ” (Noaj) tiene un valor gemátrico de 58, lo que refuerza su papel como un hombre de descanso, paz y consuelo para la humanidad en tiempos de gran tribulación. Su vida y su longevidad son una manifestación de la misericordia y la protección divinas a lo largo de su existencia.