Perla Cotidiana – Tiempo?
Nuestro tiempo terrenal nos revela esa secuencia que deja su luz: אור (Or), y que nosotros debemos seguir.
Existen otras medidas para nuestra cronología, como Kairos y Zman (זְמַן), que nos señalan el punto de reencuentro donde el Creador nos espera.
Una perla cotidiana nos recuerda que, aunque las cosas no sucedan conforme a nuestras expectativas, sí lo hacen conforme a nuestro crecimiento integral.
El arrepentimiento, Aseret Iemei Teshuvá (עשרת ימי תשובה), no es más que la rectificación del camino, una opción que nos reorienta según sus señales.
Cuentan que, aunque no lo creamos, Él hizo todo para favorecernos y que disfrutáramos, pero nosotros preferimos disgustarnos.
El final del milenio, גמר (Gmar), terrenal, concluye este sueño en el que caímos, permitiéndonos recomenzar a su lado.
Somos sus hijos, hermanos, יהודים (Yehudim), aunque como Caín, queramos percibirnos como enemigos.
El Texto de Textos nos revela en II Pedro 3:8: “Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día”.
Amemos nuestras cotidianidades, transformándonos.