EPISODIO LXXX
QUE CACHARRO
“Hay apegos de apegos…”
MI CACHARRITO
Roberto Carlos
Esta es una de las muchas historias que suceden conmigo… Para esos días en que se tarareaba más de lo normal esta melodía … yo no era más que un infante… sin embargo … ella se quedó en mi memoria… y aunque fui creciendo con su melodía… poco a poco pese a que no tenía ni el carro… ni el dinero… ni mucho menos la pinta que se supone la canción en su esencia… puede atraer algunas chicas… Todo eso sin contar el tremendo impacto que me llevé con la historia de la chica del gorro… Bueno… para no sonar tan escéptico creo que si tenía algo… el deseo de poder atraer a alguna chica… más que por lo exterior… que no estaba dentro de los cánones que la farándula califica como gente bella… pero tenía alguna gracia al hablar… en fin… mi aspecto real además de su delgadez … que me daba el aspecto de colgarme la ropa en vez de ponérmela… se complementaba con una cara recubierta de acné… perspectiva que complejizaba en parte las cosas… pero bueno… siento que ello fue lo que en parte me llevo a comprender que lo que más importaba era mi ser interior… ese que estaba dispuesto a amar… no solo a quien no se fijara en esos pequeños detalles físicos…. sino a la misma vida… que de alguna forma no me había favorecido con las mejores condiciones… Mandé mi Cadillac al mecánico hace días…. Hace tanto tiempo que en verdad lo merecía… con esto no quiero decir que no reconocía mis debilidades… pero debía hacerme el tonto con respecto a mi compleja realidad… y había que construir otras tácticas conquistadoras… en fin… dicha melodía ha seguido sonando en mi ser… y desde aquel entonces me incita a sentir que si es posible… Tanto… que por ello tenía claro … que uno de mis primeros objetivos a adquirir como fruto de mi trabajo… era aquel cacharro… En estas circunstancias el patrón me sugirió… Prestarme aquel cacharro que en el fondo apareció… Y cuando el Cadillac reparaban yo usaba aquel perol … bi, bi… pero la vida da muchas vueltas… y aunque somos impacientes… ya que me demoré varios años en lograr por lo menos un cacharrito… este para mi era más que un mercedes… si fue un ya muy usado Renault cuatro… el cual se convirtió en mi nuevo compañero de búsquedas … y aunque ya para ese entonces eran otras las canciones que me animaban… mis deseos de aquel cacharro conquistador… no… Monté mi cacharrito y a una gran velocidad De diez millas por hora recorrí por la ciudad… Con mi carrito… aprendí que hay ciertas damiselas que son más que interesadas… que además de la pereza que les provoca caminar… les parecen encantadores los hombres que huelen a gasolina… además reconfirme a partir de ese entonces… que lo importante no era mi aspecto exterior… Este cacharrito me gustó… yu, bi, du, bi, du, bi, du, du, bi… Asi que ahora convertido en todo un volante de la formula estrés… ya no invierto mis tiempos y recursos en embellecer aquellos cacharros… intentando darle a estos un toque de deportivo… como yo mismo me sentía… para ello polarizaba sus vidrios… para que desde la distancia no se percibiera mi rostro bastante estrujado… “Bueno, ustedes me perdonan pero ahora yo me voy… Existen mil muchachas que quieren salir conmigo… Bueno gracias a ese primer cacharro … aprendí de muchos otros cacharros … que no vale la pena contar aquí… pero que me demostraron sin ser malagradecido con el auto… que a veces es mejor andar a pie y no tras tantas apariencias…