¿Luces?
El Texto de Textos nos revela en II de Samuel 21:17, “Entonces los hombres de David le juraron, diciendo: Nunca más de aquí en adelante saldrás con nosotros a la batalla, no sea que apagues la lámpara de Israel”.
Festividades como Janucá חנוכה o la Navidad nos llevan visionar que hay una Luz que ilumina no solo nuestras vidas sino a la creación. Luz Divina a la que debemos dedicarnos plenamente para reedificar a diario nuestro templo interior el cual como una lámpara necesita del aceite diario de la fe para que nuestras vidas tengan sentido. Mirada que incluso nos lleva a que en el plano físico tengamos en cuenta esa especie de menorá Judía, candelabro de ocho brazos, encendidos para que desde el amanecer y durante el resto del día no dejemos apagar esta hasta el final de nuestros atardeceres.
Ner נר significa llama o lámpara por lo que como David debemos mantener nuestro ser encendido gracias a que el Creador mismo nos sigue dando de su Luz o de lo contrario terminaremos en el mundo de las tinieblas, que fruto de la muerte nos espera si no logramos integrarnos plena y voluntariamente a la fuente primaria de energía: nuestro Padre Celestial. De allí la importancia de mantener encendida nuestra fe alimentándonos de Él.
Cuando Jesucristo nos hace referencia a que Él es la luz del mundo nos esta además recordando que sin Él no podemos lograr la salvación que implica entre otras cosas no adherirnos a la oscuridad y las tinieblas sino a nuestro Padre y por ello necesitamos que todo nuestro ser y los entornos de los cuales participamos a diario no sigan siendo parte de ese mundo complejo de la oscuridad para que incluso a través de nosotros otros seres enciendan tal como nosotros su lámpara espiritual.
Los mismos profetas como Elías aquel que ascendió al cielo en un torbellino nos llaman a comprender esta visión, la misma que Juan el último de los profetas nos hizo como llamado, es por ello que al analizar la etimología de sus nombres podemos asimilar con más claridad que Elías, Eliyaju אֵלִיָּהוּ palabra que se compone de dos conceptos divinos: El (Dios) y yah una forma abreviada de Yahvé, nos expresa que: mi Dios es el Señor, asi como el de Juan, יוֹחָנָן, Yojanan: Yo Señor y janan clemente, nos dice que el Señor es clemente.
Estamos llamados a integrarnos a la Luz del creador y por ende a ser Luz al difundir el mensaje de Fe no solo a través de palabras sino de nuestras vidas. Logrando que como le explico el ángel al Padre de Juan, que muchos deben volver al Señor, lo cual se traduce en que nuestra alma debe ser guiada por el Espíritu del Creador como le sucedió al mismo profeta Elías para que cumplamos con ese propósito final de ser Luz para el mundo.
El Texto de Textos nos revela en Mateo 5:14, “Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse”.
Oremos para que a través de nuestro ser la Luz del Creador se irradie por este mundo.