Mi Cábala – 3/Dom 26 de Dic – 22 (5783)

¿Amaño? 

El Texto de Textos nos revela en Éxodo 34:29, “Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con el Creador”.

Los seres humanos aprendemos del error, sin embargo parece que al no reconocer realmente alguno de estos en ocasiones nos quedamos replicando, prolongando y hasta magnificando estos, lo cual es quizá nuestro más grande error. Ya que se tratará siempre de aprender, de reconocerlo, de enmendarlo, de darnos la oportunidad de cambiar gracias a las lecciones que nos aportó esa falla para más adelante como grupo permitirnos el acercarnos a la única verdad, para la cual nos guía a diario el Espíritu Santo.

Erramos y nos cuesta aceptarlo, un ejemplo de ello lo podemos encontrar en la famosa estatua de Miguel Ángel, el Moisés, la cual esculpió dicho artista en el año 1515 convirtiendo esta obra maestra en uno de sus trabajos más aplaudidos tanto que aun hace parte del arte occidental. Sin embargo y sin ser críticos de arte es incoherente por llamarlo de alguna forma que esta estatua presente dos cuernos en la parte alta de la cabeza de Moisés, lo que para un creyente no tan desprevenido es algo así como compararlo con un diablo. 

Quienes han estudiado la vida de Miguel Ángel aseguran que este hizo ello producto de una indebida traducción de la palabra hebrea: קרן que en idioma original se puede leer de dos formas: karan קָרַן, como resplandor o keren קֶרֶן o como cuerno. Razón por la cual se cree el artista confundió la descripción Bíblica que habla que cuando Moisés descendiendo del Monte Sinaí y la tez de su rostro resplandecía, karan por keren, lo que posiblemente llevó al artista a entender que este tenia cuernos en su cabeza. 

Errores que vale la pena identificar en nuestro diario devenir ya que nos pueden llevar a incluso suponer que estamos extrayendo verdades bíblicas cuando estamos haciendo una lectura sesgada del Texto de Texto, las mismas que históricamente nos han llevado a presuponer que algo es cierto porque así lo decimos, en vez de dejar que sea el mismo Espíritu Santo quien nos ayude a discernir si ello es producto de nuestras programaciones milenarias amañadas o realmente de estar recibiendo revelaciones divinas.    

Cientos de personas han querido contextualizar párrafos Bíblicos a sus conveniencias, llevando al error a otros seres humanos que quizá de buena fe caen en esos mismos sesgos lo cual ha llevado incluso a que otras personas terminen por no creer en nuestro Creador fruto de todas esas erradas interpretaciones y traducciones sesgadas y amañadas. Por lo que vale la pena que nos permitamos leer y releer el Texto de Textos pero solicitándole a través de la oración al Creador que guie nuestros seres para que sea Él y no nuestros intereses los que nos revelen lo que Él quiere que entendamos.      

El Texto de Textos nos revela en Mateo 5:18, “Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña ni una tilde de la ley hasta que toda se cumpla”.

Oremos para que no interpretar textos Bíblicos a nuestro amaño. 

Mi Cábala – 3/Dom 26 de Dic – 22 (5783)

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