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Mi Kabbala – 15 Nisán 5784 – lunes 22 de abril del 2024

¿Resurrección?

El Texto de Textos nos revela en Isaías 53:2, “subirá cual renuevo delante de Él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en Él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido del Creador y abatido”.

El concepto de resurrección, Tejiat haMetim, םיתמה תיחת, dar vida a la muerte, en todo su esplendor nos invita a comprender la verdad de las escrituras y de sus profecías en las cuales algunos estudiosos de estos textos, no creyeron, especialmente porque estaban interpretando estás de acuerdo a sus propias expectativas, sin embargo una relectura al respecto de dicha incredulidad sobre el Mesías nos indica que si ello no hubiera sido así, nosotros los gentiles hubiésemos perdido la oportunidad de la salvación.

Se cree que si el pueblo Judío hubiera creído en nuestro Señor Jesucristo como Mesías, משיח, mâshı̂yach, ungido, nosotros los creyentes y gentiles, hubiéramos perdido la oportunidad como hijos pródigos de ser invitados al banquete celestial y por lo tanto, a través de nuestra Fe de disfrutar de todo lo que ello significa, es por ello que mientras Su pueblo espera la primera venida de su Mesías, nosotros los creyentes anhelamos esa Su segunda venida en donde llegará a Juzgar a todos sin la posibilidad que alguien dude de su encarnación como signo de nuestra salvación y rescate.

Resurrección que para los Judíos no se dará en el Edén ya que ellos consideran que allí el alma no había encontrado su objetivo y perfeccionamiento, por lo cual cayo en este mundo material para trabajar conscientemente por esa recompensa final superior o Mundo Venidero Olam Ha-báעולם הבא, en donde podremos estar eternamente junto al Creador, por lo cual nuestras vidas no comienzan al nacer físicamente, ni terminan con la muerte, sino que una vez fallecemos entramos al Gueinom, esperando ese mundo venidero tras la resurrección de los Muertos, una vez el mesías, restablezca todo con el Juicio Final.

Salvación, יֵ֫שַׁע, Yeshu’ah, que se convierte en motivo de alegría pero a la vez de predica, ya que gracias a que aceptamos esta, nos sentimos en posición de contarles a otras personas lo que ello significa en su todo, invitándoles con nuestro ejemplo de vida a que sigan ese camino hacia la resurrección que es nuestra esperanza, para lo cual nos dejó al Espíritu Santo como apoyo y guía para vivir conforme a sus preceptos, siendo las pruebas, dolores y enfermedades mundanas motivos para confiar cada vez más en Él.

El profeta Isaías יְשַׁעְיָהוּ‎,  nos presenta esa visión de la resurrección de Cristo que nos reconfirma la tumba vacía y aunque aún a algunos creyentes les cuesta entender y aceptar aquel Verbo como el Creador humanado, Su sangre derramada se debe convertir en la razón de nuestras existencias y la esperanza para darle sentido a nuestros diarios pasos, guiándonos con su Luz hacia la eternidad, hasta retornar a nuestra morada o mundo venidero en donde todo será acorde a esos sus amorosos anhelos. 

El Texto de Textos nos revela en Juan 11:25, “le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. 26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? 27 Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo del Creador, que has venido al mundo”.

Oremos para que nuestra fe nos permita entender mejor su resurrección.