Mi Kabbala – 16 Nisán 5784 – martes 23 de abril del 2024
¿Pesaj?
El Texto de Textos nos revela en Éxodo 12:25, “y cuando entréis en la tierra que Jehová os dará, como prometió, guardaréis este rito. 26 Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué es este rito vuestro?, 27 vosotros responderéis: Es la víctima de la pascua de Jehová, el cual pasó por encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró. 28 Y los hijos de Israel fueron e hicieron puntualmente así, como Jehová había mandado a Moisés y a Aarón”.
La pascua para los Judíos, פסח, salto, tiene que ver con su salida de Egipto y para los cristianos con la resurrección de nuestro Señor Jesucristo y para ambos con la liberación de nuestros pecados, entendiendo que ese pan de vida, el de ellos sin levadura, el nuestro del cordero que con su sangre nos redimió nos llama a separarnos de esos deseos mundanos, que nos tienen esclavizados. Él nos redimió, pagó con su sangre por todos nuestros pecados, siendo necesario que en nuestro caminar diario le sigamos con Fe nutriéndonos de su amor.
Pascua que como celebración consta de una serie de ritos hogareños, como el séderPésaj, סֵדֶר, orden, en los cuales se conmemora no solo la liberación de dicho cautiverio por Moisés, sino también la transformación de su conciencia como nación libre y dotada de una ley. Es por ello, que durante la Pascua, se les prohíbe la ingestión de alimentos con cereales o fermentados con levaduras, además que sus casas son sometidas a una rigurosa limpieza en la cual se aprovecha para sacar todo aquello que daña.
Como creyentes la Pascua Hebrea, Pesaj, nos debe guiar durante nuestro proceso de vida, comienzo del viaje que nos conduce a la libertad genuina, eterna, legal y física, un alejamiento de la esclavitud egipcia mercantil y de un mundo que nos mantiene incluso temerosos hasta cruzar ese Mar Rojo de tentaciones, קריעת ים סוף, Kriat Yam Suph, que ha endurecido nuestro corazón, haciéndonos sentir dueños y faraones de una tierra con los cual solo nos apegamos y esclavizamos a ella.
Como en aquel entonces aún estamos rodeados y atrapados entre montañas de deseos y pareciera no existe forma de escapar del engañador, pero HaShem, השם, sigue dividiendo el agua para permitirnos como Pueblo que caminemos a través del lecho marino seco, escapando hacia la seguridad y libertad de su reino. Así fue como Él destruyo al pecado permitiéndonos seguir en busca de la tierra prometida, gracias a nuestras Fe, para lo cual Él ordena nuestras coexistencias para que el caos y la oscuridad no nos distraigan y podamos encender nuestro entendimiento y conciencia con Su Luz.
Eliseo, אלישע Elyša, como profeta nos llama a mirar cada primer día de los panes sin levadura, y los siete días más de celebración que inician con una cena familiar llamada, séder de Pésaj, comida en la cual tradicionalmente se comparte pan ácimo o matzá, מַצָּה, la mejor oportunidad lograr que durante esta travesía en los desiertos de este mundo nos nutramos del Pan de Vida, bebamos de la copa de Su sangre, la del cordero, dejando quizá en la mesa un lugar extra para que Él mismo profeta Elías nos reitere que es nuestro Señor Jesucristo el camino, la verdad y la vida eterna.
El Texto de Textos nos revela en Romanos 5:9, “pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. 10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida”.
Oremos para que nos liberemos de todo lo que nos esclaviza a este mundo.