Mi Kabbala – 16 Jeshván, 5784 – Martes 31 de octubre del 2023

¿Pecado?

El Texto de Textos nos revela en Levítico 24.22, “Un mismo estatuto tendréis para el extranjero, como para el natural; porque yo soy Jehová vuestro Creador”.

El concepto de pecado tiene diversas interpretaciones, por lo que lo más acertado es visionarla como una separación temporal, por lo cual Jet ח, octava letra del alfabeto, de alguna forma tiene que ver con un muro e incluso una defensa, lo que quiere decir para algunos creyentes otra consideración al respecto de los frutos del árbol del conocimiento, los cuales nos aíslan del Creador al caminar sin Él a través de nuestras decisiones individuales hasta que estas nos motiven a aceptar conscientemente Su guía para que así gracias a Su amor nos transformemos derribando esa barrera al vislumbrar ese camino de regreso para superar nuestro ego e integrarnos a Su luz.

Esa salvación entendida desde una perspectiva macro nos invita por ende a limpiar esos pecados לְהַחטִיא, yendo más allá de actos de contrición gracias a esa fe en nuestro Señor Jesucristo quien nos redimió dejándonos la guía de su Espíritu para vivir en amor conforme a los preceptos que orientan nuestra voluntad, sacrificio que nos ayuda a reconocer todas nuestras transgresiones y apartarnos de ellas, entendiendo el magnífico regalo divino que significa ser sus hijos en vez de percibirnos como pecadores separados. 

Conceptos como jatat חַטָּאת, desde otras formas relacionadas con חֵטְא, jet, ratifican esa expiación que nos lleva a comprender que el pecado implica reconocer el inmenso amor de nuestro Padre Celestial y su acto salvador, pudiendo reconocemos como seres impíos y no corruptos, que se han contaminado fruto de sus decisiones erradas al no dejarse guiar de sus mandatos, perpetuándonos en esos fragmentos de nuestras alucinaciones, alejándonos así del Creador al desobedecerle en vez de aceptar su rescate llenándonos de la esperanza que nos llama a caminar hacia esa dimensión al integrarnos a Él.  

No es un tema entonces de buenas obras, que si bien es lo más sabio, también lo es el asumir ese rescate salvador del Creador y con ella esa petición simple y concreta de creer en Él a través de su hijo, nuestro Señor Jesucristo a quien nos envió para mostrarnos ese otro camino de reconciliación a sabiendas que no tenemos la capacidad de coordinar plenamente nuestra voluntad lo que significa seguir errando, necesitando de un crecimiento que reconocemos como amor, ahava אהבה, obteniendo de ese fluir esa su Luz para que sea Su voluntad la que guie nuestro entendimiento y nos restauremos.

Rebeca Rivqah רִבְקָה, conexión, nos llama a esa integración la misma que desde esa perspectiva de la crucifixión nos sigue llamando a comprender que el pecado nos separó pero que tenemos la posibilidad voluntariamente de retornar a nuestro estado original para lo cual el mismo Espíritu Santo como guía nos acompaña, para que nuestras elucubraciones históricas no sigan distorsionando nuestra visión debido a que lo que reconocemos como nuestra razón tiene que ver más con nuestros desconocimientos que con la sabiduría divina por lo cual tenemos toda una vida plagada de diversas circunstancias para que aprendamos y crezcamos tras ese objetivo celestial. 

El Texto de Textos nos revela en Hechos 4:12, “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”.

Oremos para poder entender que Jesucristo es nuestro salvador.

Mi Kabbala – 16 Jeshván, 5784 – Martes 31 de octubre del 2023
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