Mi Kabbala – 19 Tishrei, 5784 – Miércoles 4 de octubre del 2023

¿Misterios?

El Texto de Textos nos revela en Ezequiel 2:7, “Les hablarás, pues, mis palabras, escuchen o dejen de escuchar; porque son muy rebeldes”.

La cábala y la gematria tras muchos años de estudio nos hablan de las Sefirot ספירות o emanaciones, diez atributos a través de los cuales el Ein Sof, el Infinito, se revela a sí mismo y crea continuamente, tanto el reino físico, como la cadena de los reinos superiores, movimiento del rayo o Haz de Luz, como un zigzag, que activa los polos energéticos celestiales generando tres pilares: el derecho, que encarna la misericordia, el izquierdo más pasivo, que simboliza el rigor y uno central, el del equilibrio, manifestaciones que significan tres principios o esplendores ocultos: la voluntad, primordial pilar central que simboliza el equilibrio; la misericordia, que representa el polo positivo y la expansión del Rayo en el pilar derecho y el Rigor o Justicia que corresponde al polo pasivo y de contracción a la izquierda.

Estructura básica de nuestras vidas que al desentrañarse nos presentan a la divinidad a través de sus atributos o arquetípicos, por lo que esos tres pilares de arriba abajo y de derecha a izquierda y sus diez manifestaciones nos proyectan a traves de: Kether, la corona, Sefirot situado en la cúspide del Árbol la representación del Creador; en Chochmah, la sabiduría; en Binah, la inteligencia; en Chesed, la piedad; en Geburah, la fortaleza; en Tifereth, la belleza; en Netsach, la victoria; en Hod, la gloria; en Jesod, la justicia, y en Maljut, el reino, siendo a la vez estos visionados como senderos agrupados en varios planos o niveles de existencia los que nos llevan a esa proximidad con la esencia del Creador.

Todo nos habla del Creador y de nuestra necesidad de Él, por ello nuestro proceso de vida nos lleva a recorrer esos senderos o caminos, oraj ארַַח, veintidós, según los eruditos, los cuales a la vez unen esas distintas ramas de las Sefirot, las mismas que analógicamente nos proyectan ese todo iluminado gracias a las veintidós letras del alfabeto hebreo, signos claves para retornar a dicho Edén, lo que para nosotros los creyentes requiere de mucha oración y de la guía del Espíritu Santo para que esa iluminación se traduzca en reconocernos en Él a través de la Fe en nuestro Señor Jesucristo.

Somos parte de esa esencia divina que nos denotó el verdadero sentido de trascendencia de nuestras existencias para lo cual nuestro Señor Jesucristo rompió dicho velo o pargod פרגוד, cortina cósmica que significa el primer estado de manifestación que en las Sefirot se reconoce como Kéter, para a partir de allí ordenar las otras nueve Esferas o Emanaciones, las cuales se complementan de diferentes formas, reordenándose de una manera jerárquica para guiarnos así a nuestro destino final al reconocernos como Sus hijos.

Miqueas, מִיכָה Mijah, nos llama a buscar conocer más cada día del Creador y a confiar en Él entendiendo que nuestro lenguaje limitado y finito, nos mantiene presos de esta dimensión caída alejados del Creador quien poco a poco se nos revela no solo a través de nuestros conocimientos sino de la oración la cual gracias a la guía del Espíritu Santo nos permite reconocernos como parte de ese Árbol de Vida, recorriendo dichas Sefirot y sus senderos de aprendizaje, creciendo así a su lado al nutrirnos de todo Su amor el mismo que nos reorienta y nos conduce a nuestro destino final a Su lado.   

El Texto de Textos nos revela en Hechos 1:9, “Habiendo dicho esto, mientras ellos lo miraban, fue llevado a las alturas hasta que una nube lo ocultó de su vista.

Oremos para comprender mejor el amor de nuestro Creador. 

Mi Kabbala – 19 Tishrei, 5784 – Miércoles 4 de octubre del 2023
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