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Mi Kabbala – 23 Tevet 5784 – viernes 5 de enero del 2024

¿Repasamos?

El Texto de Textos nos revela en Isaías 41:29, “He aquí, todos ellos son falsos; sus obras inútiles, viento y vacuidad sus imágenes fundidas”.

Él nos creó con su palabra y nos permite recrearnos en ella, por lo que el sabio uso del lenguaje debe proporcionarnos ese manantial de reposo que es su guía מְנַתֵּב menatev, sin embargo al no tomar estas expresiones de la fuente de agua viva, nos alejamos de todo lo sano, bueno, grato, servicial y fraternal que a través de ella se ofrece, debiendo recrearnos en nuestros entornos con otros signos y símbolos, que aunque son señales de esa guía con sus destellos confusos hechos expresiones que alucinan nuestras coexistencias nos alejan de esa sabiduría divina que reenfocaría nuestros días en la dirección correcta.  

Atender esas luces inspiradoras hechas sonidos de vida nos debe llevar a comprender por ejemplo, que el séptimo día es mucho más que una motivación de reposo de acuerdo a lo expresado por nuestro Creador, ya que es una invitación a ser más conscientes de lo que somos y del lugar que ocupamos en este mundo, siendo zayin, ז, esa séptima letra del alfabeto Hebreo que nos reitera permanentemente al Creador y su invitación no solo al descanso sabatino como un espacio para reconocernos hijos Suyos, sino a nuestra necesidad de Él, siendo prioritario el dedicarle por lo menos un día totalmente a Él.

Es por ello que el signo de zayin representa ese descanso, manoah מָנ֫וֹחַ que nos da el discernimiento, el libre albedrio y el poder de decidir hacer algo o no, se trata entonces de recrearnos en su Palabra repasando está a diario hasta lograr llevar dichos preceptos a nuestras acciones para asumir cada situación y nuestras responsabilidades desde esa guía diaria, frente a todo lo que se nos proyecta, recordando que dichos destellos o chispas de luz que estos intercambios generan aclaran nuestras ideas incluso al respecto de metas y objetivos para que el camino a tomar este siempre enfocado en el Creador y la vida eterna.

En hebreo bíblico zayin זין, significa además espada lo que hace que esa señal lingüística nos proyecte además esa necesidad de alimentarnos de Él por lo menos en ese séptimo día ya que es Su Palabra la que además nos alienta así que asumiendo o no esas chispas de ideas que nos arrojan estas y otras letras en su todo, si es claro a través de cada uno de estos signos y de lo poco que atendemos lo que ellos nos simbolizan y reoirientan, que esa espada o un cuchillo de la palabra, debe romper nuestro ser para que con su fuerza y poder podamos asumir las batallas del día a día de un mundo espiritual.

Aman אָמַן antes que ser el gran enemigo de los Judíos en los tiempos de Ester como concepto nos habla por ende de fidelidad para que con esos y otros nuevos significados podamos asumir esa posibilidad de recordarnos tanto a nosotros como a nuestros entornos de todo lo que significa el buen uso de nuestras palabras, ya que somos a imagen y semejanza de un Creador y tenemos la posibilidad de crear a través de ellas, recreándonos en dichas imágenes sonoras, las que a su vez deben reenfocarse hacia su Luz para que a diario revelándosenos sus manifestaciones y propósitos tomemos de ellas el ideal de sabernos hijos del Creador y por ende útiles a su obra.

El Texto de Textos nos revela en Lucas 8:25, “y Él les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Pero ellos estaban atemorizados y asombrados, diciéndose unos a otros: ¿Quién, pues, es éste que aun a los vientos y al agua manda y le obedecen?”

Oremos para que cada palabra nos recuerde Sus propósitos.