Mi Kabbala – 27 Shevat 5784 – miércoles 7 de febrero del 2024

¿Pruebas?

El Texto de Textos nos revela en Genesis 12:1, “Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré”.

Los eruditos aseguran que como Abraham debemos superar una serie de pruebas en este mundo, las cuales nos integran al Creador y pasan por tener que alejarnos de apegos e idolatrías, abandonando incluso los proyectos de nuestros ancestros si estos no están acordes a los mandatos Divinos, así como el soportar algunas carencias para confiar realmente en el Creador, superando las envidias y resentimientos de los que nos rodean en la búsqueda de vivir en paz con nosotros mismos hasta encender אֵשׁ, esh, nuestro ser tal como el profeta para superar la captura de Sara o de su primo Lot apresado.

Quienes hablan del concepto: nisiyonot o nisaiyón como prueba, examen o test nos invitan a comprender que nuestro Creador omnisciente no necesita ponernos a prueba como creyentes para saber cómo vamos a responder, más si que comprendamos el nisaiyón como una plan de crecimiento para superar exitosamente cada lección de vida, aprendiendo de Su guía y como nuestros patriarcas confiando para que ese nisaiyón, como proceso educativo nos lleve a crecer, forjando nuestra fe y la de nuestros entornos gracias a que superamos las mal llamadas: בָּחַן, bachan, pruebas o adversidades.

El midrashמדרש, cuenta que Abraham superó esas diez pruebas en su fe, siendo una más difícil que la otra, dejando así el camino libre para las futuras generaciones de sus descendientes, lo que de alguna forma significa que en algún momento de nuestras vidas nos enfrentamos a esos aprendizajes cotidianos, para superarles asi nos parezcan duro y complicado, aunque siempre lograremos en esos momentos reflexionar incrementando nuestra fe, y no las dudas, ya que todo tiene un para qué más que un por qué, lo que implica que la prueba no puede ser vista como un castigo, sino como una forma de fortalecer nuestra confianza y crecimiento espiritual.

La palabra hebrea bojan בוחן־, refinar, comprobar, fundir, así como Bachan, se confunden con Tentación, Nasah, para advertirnos que debemos hacer un pacto con el Creador en donde estemos dispuestos a sacrificar nuestros deseos y expectativas para lograr superar todas esas circunstancias mundanas que incluso no solo nos afectan sino que nos infectan, siendo necesario para ello que el mismo Espíritu Santo nos guie o de lo contrario es probable que nos quedemos esclavizados a los mismos errores y adversidades.   

Con respecto a la tentación, נָסָה nasah, tenemos la posibilidad gracias a ella de fortalecer nuestras decisiones al respecto de si seguimos contaminándonos con los frutos del árbol del conocimiento, que está plagado de ilusiones y deseos o por el contrario escogemos los frutos del Árbol de la Vida, nuestro Señor Jesucristo, lo cual implica retroalimentarnos de Su amor para con esa Luz irradiar nuestros entornos, lo que quiere decir que seguir descalificando las pruebas o tentaciones como castigos divinos es obviar el poder sanador de estas para cualificarnos y llevarnos de retorno a nuestra morada celestial.    

El Texto de Textos nos revela en Juan 16:33, “yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo”.

Oremos para que encontremos la paz en medio de todas nuestras diferencias.

Mi Kabbala – 27 Shevat 5784 – miércoles 7 de febrero del 2024
Scroll hacia arriba