Mi Kabbala – 27 Tishrei, 5784 – Jueves 12 de octubre del 2023

¿Conceptos?

El Texto de Textos nos revela en Génesis 2.23, “Esta es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne; ella será llamada mujer, porque del hombre fue tomada”.

La palabra del Creador que es Sagrada, fue entregada a Moisés a través de signos, letras y frases, que contienen una carga enorme de significados o señales de vida, que algunos piensan se pierden al ser traducidas a nuestros idiomas, dejando estos conceptos varios descontextualizados, tanto que nos confunden, lo que nos llama la atención para hacer estudios más profundos al respecto, rogando siempre en oración por la guía e iluminación del Espíritu Santo para evitar que nuestras interpretaciones מְפָרֵשׁ, mefaresh, nos sigan llevando a manipular el mismo sentido de sus enseñanzas a nuestras intenciones y deseos. 

Quienes hablan por ejemplo que el Creador saco a Eva de una costilla de Adán obvian que la traducción más coherente de ello, expresa que fue un costado, tselaot, palabra plural de tsela, צֵלָע, lo que además infiere varios órganos, por lo que hay quienes piensan que se está haciendo referencia a los genitales o a huesos, uno que genéticamente es indestructible y del cual según la actual visión de clonación se puede extraer toda la información para crear un ser humano, quizá por ello se habla de dos creaciones, una del polvo a donde regresamos y otra de hueso que con su información nos habla del Padre.

Por otro lado, ese mismo concepto de tsela puede entenderse como algo lateral al cuerpo o que está a su lado, como los brazos que salen del tronco, denotándonos según las Sefirot y sus pilares esa armonía en donde en la derecha: Jojmá, Jesed y Netsáj representan el pilar de la misericordia y el amor, el espíritu masculino y activo, mientras los de la izquierda: Biná, Geburá y Hod, el juicio o rigor, la concentración, espíritu femenino, material y pasivo, mientras en el centro, el equilibrio, siendo Kéter el basal, para que las tres Sefirot restantes: Tiferet, Yesod y Malkut, nos proyecten los atributos divinos más absolutos y esa conciencia Daat o Yo superior ubicado en el abismo cabalístico.

Kéter como conciencia divina hace referencia a un todo en donde lo masculino o femenino, nos lleva a percibir en esos dos principios fundamentales del cosmos: el activo, masculino y positivo, espíritu y energía; y el femenino, pasivo y negativo, materia y sustancia, un todo, basar, בָּשָׂר que traducido como carne está haciendo referencia a algo más que una cubierta temporal en donde por estar alejados de la Luz del Creador obviamos incluso dones como la procreación, fusionando nuestro gran deseo de unirnos a Él con todo tipo de fragmentados deseos mundanos que contradictoriamente solo nos alejan de Él.

Por lo tanto, si se habla de los frutos prohibidos del árbol del conocimiento del bien y el mal רֹעַ, es probable que algunos traductores proyectaran de allí conceptos como manzana תַּפּוּחַ, uno de esos frutos, obviando que quizá ese concepto resignifica nuestra condición humana para retro alimentamos menos de lo material y sus derivados que nos reproducen engaños y que busquemos como Adán después de la caída, reflexiones hasta lograr entender en dónde nos encontramos y el cómo podemos retornar a ese estado original logrando que nuestras palabras nos proporcionen apartes de esa otra realidad.

El Texto de Textos nos revela en I de Timoteo 2:9, “Asimismo, que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con pudor y modestia, no con peinado ostentoso, no con oro, o perlas, o vestidos costosos; sino con buenas obras, como corresponde a las mujeres que profesan la piedad”.

Oremos para que entendamos de mejor forma la Palabra del Creador.

Mi Kabbala – 27 Tishrei, 5784 – Jueves 12 de octubre del 2023
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