Mi Kabbala – 4 Jeshván, 5784 – Jueves 19 de octubre del 2023

¿Letras?

El Texto de Textos nos revela en Isaías 40:8, “la palabra del Creador permanece para siempre”.

Cada letra tiene un significado especial por lo cual la tercera del hebreo original, Guimel גּ, reúne en si misma los conceptos de tesis, antítesis y síntesis, analogía que nos lleva a los creyentes a la trinidad del cuerpo, de la mente y del alma, visión que desde la fugaz puerta del paraíso nos llama a buscar la armonía, esa que desapareció con nuestro pecado que cual rayo nos esclavizo para lo cual necesitamos el ser liberados de esa fuerza sintética y volver al equilibrio del conjunto al reconectarnos al hijo, a través del Espíritu Santo y luego sí al Padre gracias a Su palabra la cual ilumina todo nuestro ser.

Trinidad que en Guimel גִּימֵל simboliza ese equilibrio de fuerzas que pareciendo opuestas se fusionan en una tercera de forma estable y coherente, para lo cual este símbolo designa un punto que une esos dos espacios aparentemente opuestos representándonos así una energía de resolución que vista desde esos dos lados opuestos se vislumbra como una recompensa al superar el castigo buscado fruto de nuestra desobediencia, perspectiva que nos da gracias a ese trazado de Guimel y sus dos barras formando un ángulo, nuevas luces.

Guimel al ser la letra inicial de la palabra gamal, camello, nos incita a recorrer nuestros caminos y trayectos hasta unir esos dos puntos, esas dos fuerzas opuestas, en pro del equilibrio que fusiona estas, llenándonos de la armonía de la vida que es estable y coherente, siendo capaces de atravesar este desierto terrenal sin temerle al calor y a la sed, confiados en Él buscando siempre su poder bienhechor superior, recompensa que alcanzamos a través de la diaria corrección.

Quienes observan en ella una especie de camello nos proyectan además un camino que une la cima de la cabeza y el cuello de dicho animal o quienes perciben un hombre de pie en movimiento, nos llaman a entender que debemos buscar y encontrar nuestra fuente de agua viva: nuestro Señor Jesucristo, gracias a la guía del Espíritu Santo, enfocándonos en esas dos direcciones esenciales de la palabra Guimel: la de atestiguar algo a alguien y la de efectuar una acción para bien, nutriéndonos de esa palabra que nos hace madurar y a la vez de privar de algunos alimentos.

Habacuc חֲבַקּוּק, abrazar, nos llama con sus enseñanzas a revisar muy bien nuestras diarias preguntas para no convertirlas en dudas, entendiendo que todas nuestras preguntas tienen respuestas a través de la fe, por ello es que guimel nos llama a revisar también nuestra diaria comunicación, la cual no solo implica trasportarnos, encontrarnos, sino intercambiar e interconectarnos, triangulo verbal que nos dicta también estabilidad, firmeza y plenitud, lo cual deberíamos reproducir a través de nuestro diario lenguaje, gracias a expresiones que transformen este nuestro universo, para lo cual guimel nos refleja de alguna forma ese tercer día de resurrección, en el cual se separó el cielo de la tierra y se reprodujo nuestra vegetación con sus elementos básicos: tierra, aire y fuego, insumos que a su vez retroalimentan nuestro día a día para llenarnos de esa esperanza divina. 

El Texto de Textos nos revela en I de Pedro 3:9, “No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición”.

Oremos para que nuestro diario caminar por este desierto nos lleve a la tierra prometida.

Mi Kabbala – 4 Jeshván, 5784 – Jueves 19 de octubre del 2023
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