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Mi Kabbala – Adar 4, 5785 – Martes 4 de marzo del 2025

¿Transigir?

El Texto de Textos nos revela en Levítico 26:1, “No os haréis ídolos, ni os levantaréis imagen tallada ni pilares {sagrados}, ni pondréis en vuestra tierra piedra grabada para inclinaros ante ella; porque yo soy el SEÑOR vuestro Creador”.

En nuestra dimensión mental mantenemos en un constante tránsito entre una idea y a otra, transigiendo conceptos, lo que históricamente nos ha llevado desde el teocentrismo como temor y respeto al Creador Eterno y a Su palabra, al egocentrismo, en donde nos convertimos en el centro y la medida de todo, visión que desde lo individual nos arroja diversas interpretaciones, unas incluso ecológicas que nos mantienen aferrados a un geocentrismo fanático, que confundido con costumbres de comida sana y respeto hacia toda la naturaleza, de la cual somos mayordomos, nos aleja más y más de ese teocentrismo necesario para que nuestra alma, נָ֫פֶשׁ, néfesh crezca.

Así es como hoy se habla de ecolatría, debido a que los seres humanos, parece, necesitamos ídolos, terapim, תְרָפִִים, para que nuestro corazón se sienta tranquilo, muchos de los cuales nos desequilibran, cuando solo debemos ser Cristo céntricos para poder curarnos de todos los males que fruto del pecado original se han enraizado en nuestras mentes e idiomas. Sanación definitiva que no será un proceso sencillo y menos rápido, y que nos seguirá tomando tiempo, hasta que mental, emocional y espiritualmente estemos en armonía reconociéndonos parte de Él: centro del universo.

La misma Biblia está llena de historias que demuestran que hemos preferido dividirnos y seguir nuestras visiones ególatras enfrentándonos constantemente, cuando tenemos la posibilidad de lograr que con la palabra creadora todo se aclare. Se trata de transar, de negociar, de transigir para que se dé a través de una negociación interior, un acuerdo que nos unifique siendo Abrahán אַבְרָהָם, el mejor ejemplo de cómo cuando negoció con Efrén el precio de la parcela para enterrar a su esposa e incluso con el Creador para salvar al pueblo de Sodoma, podemos crecer integralmente.


El mismo Moisés nos habla de negociar, hitarev, התערב, de la raíz ערב, que significa mezclar, lo que quizá nos denota que, aunque estamos mezclados, debemos negociar y compartir, para lograr acuerdos en donde esas idolatrías no nos dominen y contaminen, transformaciones, que nos permitan además vernos como hermanos, como aliados, en donde el proceso superior sea el de acércanos al Creador quien espera además nos alejemos de nuestras idolatrías y retornemos al teocentrismo en donde Él nos guía de vuelta a nuestra patria celestial. 

Toda negociación, massa u-mattan, משא ומתן, implica tomar y dar, o sea que para llegar a una resolución mutua de nuestros conflictos ambas partes deben renunciar a algo y en este caso a la idolatría. Esas dos palabras individuales massa, peso y matan, regalo, y su traducción, deben ir más allá de transacciones comerciales, ya que debemos acordar gracias a los fundamentos de las Escrituras, un cambio interior que nos permita, ya no el adaptarnos a un mundo idolatra y ególatra, sino el integrarnos, acordando como hermanos que debemos atender la guía de nuestro único Rey, Señor y Creador. 

El Texto de Textos nos revela en I de Juan 5:21, “guardaos de los ídolos”.

Oremos para que al transigir con los otros pasemos de la egolatría a adorar al único Señor y salvador Jesucristo.

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