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Mi Kabbala – Av 7 – lunes 12 de agosto del 2024.

¿Templos?

El Texto de Textos nos revela en Daniel 9:27, “Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador”.

La Biblia, como texto sagrado, contiene innumerables enseñanzas para guiar nuestras vidas y ayudarnos a comprender mejor estos últimos tiempos y el final de nuestra era. Nos permite entender que Adán y Eva, como primeros padres, desobedecieron al Creador, lo que llevó a su hijo Caín (קַיִן) a seguir ese mal ejemplo. Nosotros, como herederos, continuamos con ese rumbo equivocado, el mismo que, con sus mensajes, nos llama a resolver la situación de nuestro pecado y, por ende, a asumir, como Caín, responsabilidades para arreglar dicha situación, aunque fallemos en esos propósitos.

Luego, con la llegada de Set (שֵׁת), se nos proyecta una visión distinta del mundo, con nuevos propósitos, verbo “לְסַפֵּק” (lesapek), que significa designar o proveer. Este verbo nos propone comprender la acción restauradora de la vida si nos dejamos guiar por Él y su amor, ya que no son nuestros esfuerzos, sino Su gracia, la mejor opción para salvarnos. De ahí que el segundo Adán, nuestro Señor Jesucristo, nos presentara un nuevo panorama, incluso en lo referente a lo que para algunos es el final de los tiempos: la construcción del tercer templo judío en Jerusalén, que para Él se simboliza en Su cuerpo y en Su carne, nuestras vidas entregándoselas al reconocer que Él nos redimió.

Quienes celebran Tisha be Av (תִּשְׁעָה בְּאָב) mediante el ayuno, conmemoran la destrucción del Primer y Segundo Templo en Jerusalén y el posterior exilio de los judíos de la Tierra de Israel, recordando todas las tragedias que ocurrieron en el mismo día, entre ellas la masacre romana de más de 100,000 judíos en Betar en el año 132 EC. Con esto, intentan comprender el mensaje de Él, en el que se espera, como Mesías, la segunda venida para los creyentes, cuando Tisha Beav dejará de ser un día triste del calendario judío y se convertirá en una fuente de esperanza, al comprender que Él nos provee.

Aceptemos o no la reconstrucción del tercer templo o que nuestro cuerpo es el Templo del Espíritu Santo, siempre estamos llamados a reflexionar en todas esas enseñanzas que, como las de Eva o las de Set, nos reiteran la permanente oportunidad de reencuentro con Él, fruto de su gracia infinita. Esta gracia nos lleva a recibir su perdón por todos los pecados de la humanidad, siendo necesario simplemente que aceptemos voluntariamente su guía y que sigamos sus mandatos, tal como lo hicieron esos ancestros justos (tzadik – צַדִּיק).

Este mensaje se resume en el amor, recordándonos que no debemos preocuparnos por ese día final, ya que somos su pueblo, creyentes por la fe, y que fruto de esa gracia seremos arrebatados de este plano terrenal y nos encontraremos con Él en el nuevo cielo (shamayim – שָׁמַיִם). Es indispensable que no nos dejemos confundir por aquellos que, sabiendo estas verdades, intentan ajustarlas y distraernos de esa nueva realidad.

El Texto de Textos nos revela en II de Tesalonicenses 2:3, “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo del Creador como Dios, haciéndose pasar por Dios”.

Oremos para que el Señor Jesucristo sea el que guie a diario nuestras vidas.