¿Elección?
El Texto de Textos nos revela en Nehemías 9:7, “Tú eres, oh Jehová, el Dios que escogiste a Abram, y lo sacaste de Ur de los caldeos, y le pusiste el nombre Abraham”.
Debemos aprender a tomar decisiones conscientes y una de ellas es el elegir la vida, que es eterna, lo cual es mucho más que oponerse a la muerte, llevando una coexistencia significativa y razonable, gracias a nuestras decisiones fraternales conscientes que le dan sentido y virtud a nuestras relaciones e interacciones, lo que significa que tengamos en cuenta que en algunos momentos no elegimos sino que somos forzados a llevar un modelo de vida contrario a esas búsquedas, razón de peso para que nos alejemos de gozar de las bendiciones que el Creador tiene para nosotros.
El verbo בחר bahar, que significa escoger o elegir nos invita a vislumbrar esas acciones del Creador en donde Él mismos nos entregó ese don, a través del cual ratifica su deseo que seamos a su imagen y semejanza, patriarcas como Abraham padre de nuestra fe, nos denota la importancia de su guía frente a nuestras elecciones, las mismas que le llevaron a Él a escoger a Israel como Su pueblo, a Jerusalén como Su ciudad y a David como Su rey para denotarnos la importancia de consagrarnos a Él como esencial de decidir a consciencia: Desechando lo malo y escogiendo lo bueno para elevarnos espiritualmente.
Es el momento de tomar decisiones sabias guiadas por el Creador, recordemos que el mismo David se escondió en la ladera de una montaña en el desierto, mientras el ejército de Saúl se aproximaba desde la parte trasera de esa misma montaña, cuando ocurrió un milagro, en el último minuto, justo antes de capturar a David, Saúl fue llamado de regreso para luchar contra los filisteos, por lo cual dicha montaña, donde David se libró de la muerte, se llama hasta la fecha Roca de escape, perspectiva que nos denota la importancia de elegir el seguir a nuestro Creador respetando sus preceptos y mandatos.
En el hebreo original Sela HaMajloket סֶלַע הַמַּחְלְקוֹת, es una palabra Mahloket que proviene de la raíz HLK חלק Jalak, que significa dividir, raíz que en otras traducciones significa resbaladizo y aunque ambos conceptos son válidos, llevados a la analogía de la enseñanza de lo acontecido en dicha montaña nos enseña la importancia de confiar para que incluso esas fronteras divisorias entre esos dos ejércitos, nos denote que Él está allí en ese lugar como con David, protegiéndonos para librarnos de los planes macabros de Saúl.
Lo ideal es que cada uno de nosotros entienda lo que significa esa capacidad de decidir, de mover nuestro libre albedrio pero conforme a la voluntad del Creador quien nos escogió, quien eligió el hacernos sus hijos, esperando que nosotros igualmente nos acojamos a Él. Tarea que sin embargo implica como le sucedió a David él confiar plenamente y estar en el lugar adecuado a donde Él mismo nos guía para que nuestras elecciones no nos terminen generando consecuencias nefastas que nos coloquen en el otro lado, más que alejados del Creador, su amor y lógicamente sus preceptos.
El Texto de Textos nos revela en Mateo 5:37, “Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede”.
Oremos para tomar elecciones correctas conforme a la voluntad del Creador.