Mi Kabbala – Elul 5, 5783/Martes 22 de agosto del 2023.

¿Candelabros?

El Texto de Textos nos revela en Éxodo 27:20, “Y mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas para el alumbrado, para que la lámpara arda continuamente”.

Quienes entienden el mundo de la semiótica y sus símbolos aseguran que los Judíos ven en la menorá más que una bella ilustración ya que allí hay una orden del mismo Creador a través de Moisés más que para construirle un Tabernáculo para cohabitar entre nosotros para lo cual algunos elementos que deben acompañar Su presencia como los candelabros en ese caso labrados con martillo en oro puro, con siete brazos, uno al centro y tres a cada lado, decorados con copas en forma de flor de almendro, manzanas y flores, signifiquen como la menorá que Él es nuestro escudo si habita en nuestro cuerpo como templo.

Este candelabro de siete lámparas permaneció hasta que se construyó el Templo de Salomón y en esa magna obra se elaboraron cinco a cada lado, lo que ha hecho que aun hoy algunas creencias e iglesias mantengan esta norma, más lo maravilloso de este perspectiva es ver en la menorá con su luz, la presencia del Creador entre nosotros, recordándonos que cual el arbusto en llamas desde donde le hablo a Moisés en el desierto nosotros podemos sentirnos más cerca de Él gracias a ese Árbol de la Vida.

Es cierto que hay otros tipos de candelabros con los cuales incluso se conmemora la victoria de los hebreos en su guerra contra los griegos y el milagro del aceite que tuvo lugar en el Templo de Jerusalén, por ello en janucá se emplea este elemento que no tiene siete, sino nueve brazos, januquiá, o menorá de jánuca para representar esta visión que para algunos es muy ortodoxa y que nosotros como creyentes debemos asimilar más allá de unos soportes que sostienen unas velas como nuestras ramificaciones las cuales deben proliferar esa Luz tanto para guiar nuestros días como las de las nuevas generaciones.

Así que este emblema, escudo, representación del campo de azur, menorá o simplemente candelabro que en algunos momentos es rodeado por una rama de olivo a cada lado y que en algunos hogares o hasta establecimientos se usa para simbolizar esa presencia del Creador con su Luz, nos reitera que para que esas llamas prevalezcan deben estar alimentadas con aceite que más que parafina: es el Espíritu del Creador.

Así que sea o no nuestra tradición personal la de encender velas o de tener estos elementos como parte de nuestras creencias, se hace necesario que no pongamos nuestra mirada en esos objetos inanimados como tal, ya que estos no tienen ningún poder o fuerza diferente a recordarnos que Él cohabita entre nosotros y con nosotros por lo cual a través de nuestra fe Él solo espera que transformemos nuestras existencias alejándonos de las históricas idolatrías y sus simbolismos para dejarnos iluminar y guiar directamente por Él.

El Texto de Textos nos revela en Hebreos 9:2, “porque había un tabernáculo preparado en la parte anterior, en el cual estaban el candelabro, la mesa y los panes consagrados; éste se llama el Lugar Santo”.

Oremos para que nuestro corazón mantenga encendido y nuestro candelabro mental iluminado por el aceite de amor del Creador.

Mi Kabbala – Elul 5, 5783/Martes 22 de agosto del 2023.
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