
Mi Kabbala – Nisán 23, 5785 – Lunes 21 de abril del 2025.
¿Creador?
El Texto de Textos nos revela en Deuteronomio 5:12, “guardarás el día de reposo para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado.13 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 14 mas el séptimo día es reposo a Jehová tu Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú”.
La palabra Shabat (שָׁבַת) nos habla de reposar, hacer cesar, parar, poner, quietud o quitar, lo que podemos interpretar también como guardar, descansar y por ende para nosotros los creyentes significa el dedicar ese día en pleno al mismo Creador, motivados no solo por lo que en la Torá se habla al respecto sino por una realidad material que nos obliga a parar a dormir y ojala a bendecir y santificar cada día, observando esa pausa más que como un alto laboral como la oportunidad de ser gratos y por ende de alabar a quien nos otorgó todo.
Algunas religiones ubican dicho día de alabanza el domingo, lo que no desdice que sea un para honrar al Creador, más cuando el concepto que prima allí es el de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, sin embargo y más allá de quedarnos en el debate de dichas creencias a lo que se nos invita realmente es a dedicarle lo mejor de nuestros días al Creador para alejarnos de aquellas posturas banales, idolatras que le desconocen producto de visiones mercantiles que han convertido dichos días de dedicación y consagración al Creador, en tiempos de relax o de disfrute de placeres mundanos (Japets, חָפֵֵץ).
Como creyentes estamos llamados a recordar que es un día para alabarle y agradecerle (תּוֹדָה, todah) y por ende para releer de Sus mandatos, dejando a un lado ojalá todas nuestras labores para darle a Él la importancia que merece. Dinámica que nos incentiva además a reunirnos como familia y compartir esos mensajes del Creador enriqueciendo con ello todas nuestras actividades y proyectos, estructurando así no solo nuestras nuevas búsquedas y deseos sino la formación de las nuevas generaciones.
Guardar el Sabbat o el día de reposo para el Creador, implica además de sentirnos gratos, el sabernos Sus hijos y por lo tanto seres que le exaltan con su vida realizando todos los actos de Fe que consideremos propicios para denotar que esa vida que Él nos otorga, revive a cada instante con su amor, ese que nos llama a dedicarnos eterna y completamente a Él reiniciando a cada instante esa alegría de vivir, lo que le da a cada nuevo instante esa motivación que nos quitan los distractores y alucinaciones mundanos, al desenfocarnos de la obediencia a Su voluntad (ratson, רָצוֹן).
Lot (לוט), nos sirve de ejemplo para entender que no es solo guardarle un día al Creador sino que hay que asumir el reto cotidiano de dedicarle la totalidad de nuestras vidas respetando sus preceptos y mandatos, y con ello atender su deseo que vivamos para Él, lo que significa no desobedecerle, logrando que todas nuestras actividades sean para honrarle y ello se denota especialmente cuando damos de lo mejor de nosotros en todo lo que hacemos, pero especialmente cuando amamos a nuestros próximos, lo que somos, hacemos en fin, cuando apreciamos cada instante de vida otorgado por Él.
El Texto de Textos nos revela en Colosenses 2:16, “por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,17 todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo”.
Oremos para que sábados, domingos y todos los días se los ofrezcamos al Creador.