
Mi Kabbala – Nisán 27, 5785 – Jueves 24 de abril del 2025
¿Holocaustos?
El Texto de Textos nos revela en Habacuc 1:30, “¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan”.
El ser humano producto del pecado ha vivido en medio de conflictos producto del pecado que llevo a Caín a matar a Abel, agresiones que han generado onduladas no solo en las colinas que separan la meseta montañosa israelí de la llanura costera filistea, sino en el mundo y sus fronteras, las cuales representan además nuestras permanentes confrontaciones, las mismas que son fruto de seguirnos alimentando del árbol prohibido, del conocimiento del bien y del mal, pero ese mismo Valle de Elá (אֵלָה) “terebinto” cerca de Siquem, como a Jacob nos llama a enterrar la idolatría y a que le atendamos (אל), dejándonos guiar por Su fluir misericordioso.
Fuerza que en esta dentro de nuestro ser, que fluye en nuestra sangre, denotándonos Su amor, para poder superar esos conflictos que parten de nuestras batallas internas que irradiamos en lo exterior fruto de apegarnos a equivocadas creencias, cuando debemos enfocarnos en el único Señor (Elohim, אֱלֹהִים), amoroso Padre Celestial que comparamos desafortunadamente con numerosos dioses e idólatras (elim, אֵילִם) perpetuándonos en nuestro desprecio hacia todo lo que Él significa, cuando deberíamos más bien tan solo alabarle, idolatrarle, agradecerle, integrándonos a Él a través de esta Su obra al aportar lo mejor de nosotros.
Somos Su pueblo y aunque tenemos que soportar un mundo en guerra que nos persigue no por eso podemos obviar que incluso el mismo Holocausto nos demostró que Èl sigue esperando que obviemos esos recuerdos (Yom HaShoah, יום השואה) y nos levantemos con esperanza como creyentes irradiando ese Su amor en pro que por fin dejamos de agredirnos y empecemos a comportarnos como hermanos, teniendo claro que los conflictos especialmente los interiores son llamados de atención de nuestra alma para que dejemos esos nuestros caminos ególatras.
Si atendemos el contexto de la palabra holocausto (shoah שואה) ella nos habla de algo completamente quemado, de una calamidad, lo que desde una perspectiva un poco más amplia nos indica la necesidad de elevar nuestra alma a nuestro Creador como incienso grato, y hacer que nuestras buenas obras y el servicio fraternal sea el que aporte a este mundo, en vez de apartarnos, como históricamente lo hemos hecho, no solo perpetuando errores sino convirtiendo estos en nuestra mejor excusa para no atender a un Creador que nos motiva a coexistir armónicamente como su obra.
Quienes consideran que en la creación los animales fueron hechos por Él casi que completos, mientras que el hombre y la tierra fueron creados en un estado básico y puro, con el propósito de lograr el desarrollo de nuestro libre albedrio a través de esos entornos, nos motivan a coordinar mejor este don hasta lograr que esa voluntad nos una y trabajemos así hasta alcanzar esa meta trascendente que implica avanzar hacia nuestro pleno potencial, siempre a Su lado y bajo Su guía, de lo contrario todas nuestras fortalezas descontroladas, solo generarán caos y nuevas batallas (מִלְחָמָה, milkjamá)
El Texto de Textos nos revela en Mateo 23:37, “!Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados!, Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!”
Oremos para que logremos nuestro perfeccionamiento.