Back

MI Kabbala – Tevet 25, 5785 – Viernes 24 de enero del 2025

¿Inocentes?

El Texto de Textos nos revela en Habacuc 1:13, “Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él, y haces que sean los hombres como los peces del mar, como reptiles que no tienen quien los gobierne?”

La palabra inocencia, תום, nos habla no solo de sencillez, de ingenuidad, sino que nos insinúa el entrar en aquello que no nos hace daño o mal, su reino, y aunque hay quienes lo asimilan a sentirse ajeno o no percibirse responsable de algún acto incluso de esos que inconscientemente cometemos, está claro que frente al Creador, aunque somos pecadores desde cuando con Adán como padre de nuestra generación escogió retroalimentarse del árbol del conocimiento del bien y del mal, separándonos de Él, también es cierto que al hacernos conscientes de nuestras inconciencias por Fe, Él lo restaura todo.

Distorsión mental que se refleja en nuestras diarias confusiones, convertidas en tradiciones paridas de esas ignorancias milenarias en donde incluso nos burlamos de la inocencia, obviando que seguimos matando infantes como Herodes, asesinándoles en vientres, al igual que se hizo en Belén,בית לחם Bet léjem, Casa del pan, Judea, sin darnos cuenta que desde el nacimiento del Mesías, se nos llama a conmemorar su salvación a través del amor, reconociéndonos como partes de la vida, que es eterna.

Hemos venido paganizando incluso sus palabras por lo que como locos desenfrenados seguimos promoviendo todas estas visiones en donde prima el desenfreno, cuando lo que debemos es alejarnos de esas alucinaciones y reenfocarnos en Él como ideal, buscando entre otras el volver a ser niños, inocentes, seres que confían, bataj בָּטַח, en su Padre Celestial y que se dejan guiar por Su palabra humildemente, la misma que como esencia nos llama a vivir fraternal e consecuentemente.

Cada quien escoge como conmemorar que su humano, teniendo en cuenta las diferentes visiones que nuestras creencias nos aportan, pero es necesario que aun entendiendo la inocencia desde esa condición que asume un ser cuando se siente libre de culpa e incluso de pecado, nos propongamos sacar esa malicia de nuestras mentes y la picardía de nuestras bocas como a la vez la mala intención que cogobierna nuestras relaciones y nos decidamos por acercáramos a diario al Creador en busca de su redención, ג א ולה, Gueulá.

Al pasar por inocentes, deberíamos más bien que burlarnos de esos otros, el imitar a quienes se quieren hacer conscientes de todo lo maravilloso que nos otorga el Creador y que nosotros por estar distraídos en chistes pesados no logramos percibir, enfocándonos desafortunadamente no en dejarnos guiar como niños respetuosos de Él, sino como adolescentes rebeldes que en sus desenfrenos, se comportan como Herodes: (הורדוס hordos – lugar de origen de este rey, pueblo al oeste de Edom Arad ערד), que significa huir pero a la vez ser libre, fruto de la palabra, חרד a’rad, que también significa temblar o tener miedo, siendo a’or, su primera silaba, por lo que Hor, הור, con Air, עיר, nos habla más de esa ciudad de buscar el hacernos libres del pecado.

El Texto de Textos nos revela en Juan 9:2, “Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras del Creador se manifiesten en él”.

Oremos para que cual niños inocentes nos dejemos guiar para retornar al cielo.

Leave A Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *