Mi kkabala – 28 Kislev 5784 – Martes 12 de diciembre del 2023

¿Hablar?

El Texto de Textos nos revela en Génesis 11:9, “Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió el Creador el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra”.

Desde el momento en que fuimos creados se nos permitió contar a imagen y semejanza de nuestro Creador con la capacidad verbal de crear, lo que se traduce en utilizar nuestras palabras para consolidar con ellas una realidad: narración, que le da a nuestra lengua לשון esa posibilita de nombrar lo que está a nuestro alrededor identificándole con una imagen la cual le da un sentido y significado a cada uno de esos conceptos en que nos recreamos consolidando así nuestras realidades humanas.  

Davar דָבָר no solo quiere decir palabra sino también objeto, por lo que al darle nombre a lo que percibimos nace un lenguaje fruto de Adam a quien se le permitió llamar todas las cosas dándoles un nombre, lo que desde aquel entonces ha consolidado unos imaginarios los mismos que nos proyectan una especie de hologramas que interpretamos a través de nuestras pantallas mentales como realidades externas ya que esas moléculas de luz se suman para consolidar esa realidad verbalizada que naciendo de nuestras decodificaciones lingüísticas consideramos como acciones del mundo exterior.

Es por ello, que se nos pide tener mucho cuidado con nuestras palabras: Lashon Hara לשון הרע, lengua del mal, ya que con estas es que nos hemos identificado con un orgullo egocéntrico que nos llevó a querer sentirnos más que el Creador, razón de peso para que la Torre de Babel nos confundiera nuestras lenguas y cayéramos en el sin sentido de nuestros lenguajes finitos con los cuales no podemos explicar lo infinito e ilimitado de la Creación, así que a partir de ese momento esa capacidad de recrearnos en lo creado se complejizo ya que cada lengua le da a sus entornos los nombres que considera más apropiados dentro de ese modelo de desinformación que seguimos prolongando.

La palabra babel בבל proviene de la misma raíz que la palabra balal בלל, que significa confundido, por lo que lo ideal sería que aceptando que hemos vivido engañándonos con nuestras palabras fruto de estar alejados del Creador, nos permitamos el acercarnos a Él a través de Su palabra, dejando que Él nos guie y nos revele los nombres de las cosas como son para que de esa forma nosotros podamos vivir conforme a lo que Él determino desde el momento que con esas Palabras creo y nos recreó como partes de Su obra.

Todo indica que en el Texto de Textos que este fue creado para usarle alabándole permanentemente, de allí que expresiones como: aleluya הללויה, Alelu הללו y Yah יה, sean una especie de llamado grupal para exaltarle a Él nuestro Creador: YHVH יהוה, nombre sagrado que no deberíamos pronunciar y que nos incentiva a dejamos guiar por sus preceptos y mandatos, siendo entonces lo más grato el alabarle por todo y por todos para que la confusión de la torre de Babel no nos siga afectando suponiéndonos creadores obviando que nuestras propias existencias nos colocan en contra de Su Palabra. 

El Texto de Textos nos revela en I de Corintios 2:14, “Pero el hombre natural no acepta las cosas del Espíritu del Creador, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque se disciernen espiritualmente”.

Oremos para que nuestro lenguaje este acorde a la Palabra del Creador.

Mi kkabala – 28 Kislev 5784 – Martes 12 de diciembre del 2023
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