Mi Parashá – Génesis 5:13
En el texto bíblico se hace referencia al hijo primogénito, lo que no significa que se desconozca a los otros hijos. Esto nos lleva a entender la primogenitura desde el concepto de responsabilidad espiritual y liderazgo dentro de una familia o comunidad.
El primogénito es el receptor natural de la herencia espiritual y material, lo que le otorga un rol especial en la transmisión de enseñanzas y tradiciones, concepto que está arraigado en la idea de que el primogénito tiene una conexión especial con la fuente divina y un deber de guiar a los demás hacia el crecimiento espiritual.
Esta conexión directa con la Luz del Creador, dado que el primero en nacer es visto como una canalización inicial de esa luz, se refleja en la primogenitura, בכורה (“bejorá”), cuyo valor numérico de 228 revela todo lo que significa el liderazgo, la responsabilidad, y el rol del primogénito como un canal para las bendiciones divinas y el conocimiento.
Este privilegio espiritual genera una responsabilidad, vinculando al primogénito con la transmisión de la herencia espiritual y el liderazgo dentro de su comunidad. Es por ello que primogénitos como Mahalalel, que engendraron más “hijos e hijas” en pro de una expansión que continúa ese legado y línea espiritual que comenzó con Adán y Set, nos reiteran que nuestra misión de vida es criar y guiar a una familia, asegurando que la alabanza y la conexión con lo divino se transmitan a través de las generaciones.
El número 830, que parte del 800, simboliza una trascendencia espiritual, y se suma al 30 para hablarnos de madurez y estabilidad, es decir, de un ciclo completo de desarrollo espiritual. Si sumamos los números 8+3+0, obtenemos 11, una cifra que representa una forma superior de dualidad, la interacción de lo espiritual y lo físico en un equilibrio que conduce a la elevación y al refinamiento.
Nuestras vidas tienen un impacto duradero cuando están alineadas con principios espirituales, por lo que debemos considerar cómo estamos utilizando nuestro tiempo y recursos para transmitir nuestros valores espirituales a quienes nos rodean.