Back

Mi Parashà – Génesis 6:8

Retomando la narrativa que se proyecta a través de los primogénitos de la línea genealógica de Adán, se regresa a Noé, figura que, a diferencia del resto de la humanidad, halló gracia ante los ojos del Creador. “וְנֹחַ” (Ve’Noaj) – “Pero Noé”, ו (Vav) = 6, נ (Nun) = 50, ח (Chet) = 8, valor gemátrico de 64, que significa “descanso” o “consuelo”, como excepción a la maldad generalizada de su tiempo, nos llama a esa totalidad divina: 6 + 4 = 10, 10 Mandamientos, que nos invitan como creyentes a la armonía con los principios divinos.

Al buscar la totalidad y la armonía en nuestras propias vidas, actuando como individuos íntegros que buscan alinearse con lo divino, incluso en tiempos de desafío y corrupción, hallamos la gracia “מָצָא חֵן” (Matza chen) – מ (Mem) = 40, צ (Tsade) = 90, א (Alef) = 1, ח (Chet) = 8, נ (Nun) = 50, valor total de 189, que como idea general nos habla de “מָצָא חֵן” (Matza chen), es decir, encontrar ese favor ante el Creador.

Esta gracia no solo nos permite existir, sino que además Él se ocupe de nuestra propia restauración. Por lo tanto, el 189, 1 + 8 + 9 = 18, representando el término “chai” (חי), “vida”, nos sugiere que hallar gracia ante los ojos del Creador es sinónimo de estar alineado con la vida y con lo que es verdaderamente vivificante, lo cual nos insta a buscar esa gracia en nuestras propias vidas, viviendo de manera que seamos dignos de favor divino y que nuestras acciones promuevan la vida y el bienestar, tanto en nosotros como en quienes nos rodean.

Lograr esta gracia ante los ojos del Creador, “בְּעֵינֵי יְהוָה” (B’einei YHWH), nos dice que Noé fue observado favorablemente, “בְּעֵינֵי יְהוָה” (B’einei YHWH), lo que nos recuerda que los ojos del Creador y su percepción, incluso respecto a nuestras intenciones, es total, por lo que, aunque nos cobija con su gracia y misericordia, también desde su equilibrio nos indica que el juicio y la severidad están presentes como leyes para dar consecuencia a nuestras decisiones.

La idea siempre será la de vivir de una manera que sea favorable a los “ojos” de Él, es decir, actuar con integridad, buscando la justicia y la misericordia en nuestras interacciones diarias, continuando ese legado de Noé, quien por su integridad y justicia pudo hallar favor en tiempos difíciles.

Leave A Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *