Repeticiones?
Cual sofer o escriba (סופר סת”ם), coloquemos en la puerta de nuestros corazones los mensajes sagrados del Creador.
Una mezuzá (מְזוּזָה) se ubica en la puerta para que sea el Creador quien nos guíe y proteja al entrar y salir de casa.
Una perla cotidiana nos reitera que lo ideal no es solo priorizar nuestros tiempos, sino darle tiempo a nuestras prioridades trascendentes.
Seguir en nuestra esclavitud al pecado de Egipto (עבדות, “avadut”) implica el no confiar en Él.
Cuentan que quien supone que nuestro bienestar depende de la suerte, ignora que todo depende de estar bien con el Creador.
El dintel (מַשְׁקוֹף, “mashkof”) de nuestra entrada nos recuerda que Él cubre con su sangre salvadora nuestro hogar.
Quien usa herraduras (פֶּרָזֶל, “perazel”) a la entrada de su casa, coloca su confianza en las bestias.
El Texto de Textos nos revela en Juan 14:5: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí”.
Amemos nuestras cotidianidades… transformándonos!