¿Perdón?
El Texto de Textos nos revela en II de Crónicas 7:14, “Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra”.
El concepto de perdón slijah סְלִיחָה, lo siento, nos habla a la vez de arrepentimiento al denotarnos que un ser penitente debe acogerse a la misericordia divina pues se sabe pecador, errando a diario en el blanco de escribir sus intenciones a través de la Palabra del Creador, lo que implica corregir todo aquello que distrae a nuestra alma en pro de reconectarnos con el Espíritu Santo, logrando que nuestra conciencia se ilumine y nos lleve a buscar la permanente guía del Creador gracias a su fluir amoroso.
Yesod יסוד, como novena Sefirá, situada bajo Hod y Netsaj y encima de Maljut nos lleva a conceptos como fundamento, base y nos indica a través del acto procreador nuestra capacidad de crear vida, por ende yetzer como plan, ietzer,hará nos llama a que nos corrijamos dándole a esa posibilidad natural la perspectiva esencial que tiene y que perdemos de vista fruto del pecado que nos distancia aún más de esa visión y por ende de Él, lo que significa que su misericordia nos llama a revisar muy bien nuestras intenciones y deseos ya que de ellos es que se derivan posteriormente nuestros pensamientos y actos.
La teshuvá como retorno, contiene esa invitación a examinar nuestros diarios comportamientos, identificando cuáles de ellos deben ser transformados en ese camino de vida que implica el reintegrarnos a Él gracias a nuestra pureza espiritual, la misma que nos ofrece únicamente el actuar conforme a los mandatos del Creador, proceso que nos lleva a una verdadera conexión que como la sexual pasa por reconocer la importancia de la procreación y por ende el arrepentirnos, no solo por el mal uso que le damos a nuestro cuerpo, dones sino a nuestras interacciones e interrelaciones, necesitando que ese arrepentimiento, nos ayude a dimensionar en su totalidad el daño causado.
Clamar sinceramente: Lashón HaRá implica lograr que esas ideas, actos y lenguaje negativo que tanto nos contamina se replantee hasta comprender que con ese tipo de expresiones no solo nos herimos a nosotros sino también a nuestros próximos, la Halajá de la ley judía, nos invita a actuar conforme a la Palabra del Creador, para no continuar generando lesiones y finiquitar cualquier acción que pueda no solo prolongar el daño sino además nuestra negligencia en no aceptarlo, al confesar esto pidiendo perdón a través de plegarias como Majzor ArtScroll del Iom Kipur o la Ashamnu y la Al Jet, nos incitan a revisar, confesar y enmendar para acogernos así a la misericordia divina.
Es José, Yôsef יוסף, el añadirá, proveerá, uno de los hijos de Jacob, quizá el mejor ejemplo de perdón para irrigar esas enseñanzas con nuestros hermanos, proceso que nos lleva a mantenernos en el firme compromiso de entender el error de los demás y el propio para luego transformar esos hábito mundanos gracias al amor del Creador, cuidándonos a la vez de todo aquello que pensamos, decimos y hacemos, intentando siempre al examinarnos a diario, que la bondad del Creador y su Palabra sea la que cogobierne nuestros actos y guie nuestras coexistencias tal y como nuestro Salvador Jesucristo nos lo enseño.
El Texto de Textos nos revela en Efesios 4:32, “Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo”.
Oremos para que reconocer y corregir nuestros errores.