
Mi Kabbala – Tevet 16, 5785 – Miércoles 15 de enero del 2025.
¿Señales?
El Texto de Textos nos revela en II de Crónicas 32:24, “en aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte; y oró al Creador, y Él le habló y le dio una señal”.
Él nos da señales ót, אות, de esa realidad espiritual, manifestándosenos a través de todo sin embargo, obviamos esos mensajes que nos intercambian cada una de las partícula con las cuales coexistimos en las diferentes dimensiones de las que hacemos parte, información, con la que especulamos y nos desinformamos, debido a un lenguaje limitado que nos otorga perceptivas sesgadas, fruto de esa lejanía con Él, por lo que el propósito de cada vivencia es la de reconocerle y reintegrarnos voluntariamente a su voluntad, complementando esa unidad infinita, vinculo que se logra amándonos, fluir que nos posibilita el integrarnos a Él a través de Su obra.
Amor del que nos habla nuestro Señor Jesucristo como principio rector de la vida y que llevado a esa Palabra que le da movilidad a todo lo existente nos dice a través de la primera letra del alfabeto hebreo: א y la última: ת, al unirlas creando la palabra et, את, que todo se nos revela gracias a ese Salvador, traducción que no se logra a través de la literalidad egoísta y sesgada de nuestras relecturas Bíblicas y para la cual se requiere de auscultar otro tipo de conceptos que llevan implícito la necesidad que el mismo Creador se humanada para redimirnos por lo cual ese signo lingüístico nos presenta ese Alfa y Omega.
Confianza, Bitajón, ביטחון, que le da sentido a nuestras experiencias asumiendo esas revelaciones gracias a ese amor a través del cual iluminamos nuestro entendimiento para así sabernos parte de Su plan al reconocernos como sus hijos, perspectiva que nos posibilita el reconocernos en esa otra realidad espiritual a través de la cual asumimos que una cosa se da a través de otra, intercambios que constituyen y renuevan todo lo creado y que nos proyectan desde nuestras propias alucinaciones mentales un conocimiento, el mismo que debe pasar de lo abstracto de dichos imaginarios lingüísticos a la unida verdad de sabernos en esencia parte de Èl.
Asimilar esa otra realidad nos lleva a que tras altibajos emocionales, nos reconozcamos elevándonos para obviar ese pecado, que nos aparta de nosotros mismos, generando una forma de pensamiento que solo nos distrae de nuestros verdaderos propósitos y de esas manifestaciones, jazón, chazoth, חֲזֹת, que deberíamos asumir para tromar el camino de regreso el cual nos presenta a través de los destellos de su palabra ese llamado para que nuestro entendimiento se haga consciente de nuestra esencia divina que además esta decodificada en nuestro ADN y la cual podemos descifrar a través del amor.
Muestro Emmanuel, עִמָּנוּאֵל, nuestro Señor Jesucristo, et, esta con nosotros como Palabra de Vida desde siempre, iluminando nuestros senderos, sin embargo nosotros embebidos en conceptos lingüísticos confusos y distracciones mercantiles no atendemos todas esas manifestaciones y revelaciones divinas, que simplemente están allí motivándonos a acercarnos más y más al Creador a través del amor, ese que como vinculo perfecto nace en nuestros corazones y debe irradiarse por todos nuestros entornos y relaciones a diario, siendo necesario eso sì que percibamos esas sus señales.
El Texto de Textos nos revela en I de Juan 4:12, “nadie ha visto jamás al Creador. Si nos amamos unos a otros, el Creador permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. 13 En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu”.
Oremos para que entendamos sus manifestaciones.